30/10/2025
Entre flores de cempasúchil, velas encendidas y aromas de copal, regreso cada año desde el silencio eterno para celebrar el Día de Mu***os, una de las tradiciones más bellas de mi México. Yo, la Catrina, símbolo de elegancia y recuerdo, camino entre los vivos con mi vestido de gala y mi sonrisa de calavera.
No vengo a asustar, sino a recordar que la muerte también es vida, que cada ofrenda, cada fotografía y cada platillo colocado con amor son puentes que unen los dos mundos. En las calles, los altares se llenan de colores, papel picado y pan de mu**to; los niños me saludan curiosos, y los adultos me dedican una mirada que mezcla respeto y nostalgia.
El 1 y 2 de noviembre no son días tristes, sino una fiesta para el alma. Es el momento en que los que se fueron regresan por un instante a compartir el cariño que nunca se pierde. Yo soy su guía, su símbolo, la Catrina mexicana, que con humor y elegancia recuerda que todos somos iguales ante la muerte, y que lo importante es vivir con plenitud para ser recordados con amor.
Así, entre risas, música y memoria, termina mi paseo... hasta el próximo Día de Mu***os, cuando las almas vuelvan a danzar bajo la luna.
👗 vestido:
💀Make up: