16/08/2025
Hace unos días me enteré de tu muerte, Katia. Me enteré también que "periodistas reconocidos" aprovecharon la oportunidad para demostrar su bajeza, su falta de respeto y, sobre todo, su profunda ignorancia. ¿Sabes, Katia? Tu vida inspiró a mucha gente a la que yo quiero, admiro y cuido. Fuiste para nosotrxs, -y lo seguirás siendo- un faro alegre de esperanza.
Para aquellos vecinos del municipio de Zapotlán el Grande que afirman que esto "no les afecta" o no "les importa" sepan que fingir demencia y cerrar los ojos ante la violencia no la desaparece, al contrario, facilita que crezca y se esparsa en la oscuridad voluntaria de nuestros ojos cerrados.
Te queremos, Katia, tu vida fue siempre de inspiración, de cariño y acompañamiento. Sepan muy bien que las bajezas, los comentarios y "las bromas" en torno a este crimen de odio no hace más que facilitar y promover que este tipo de actos de mantengan como algo cotidiano en México y el mundo.
Por último quisiera invitar a todos los padres y madres de familia en Zapotlán el Grande a pensar muy bien de qué les sirve el odio, de qué les sirve la lesbofobia, la homofobica y, por supuesto, la transfobia?
¿Qué ganan ustedes, señores de la discriminación, al alejar a sus hijos de las familias? ¿Qué ganan ustedes, periodistas sin talento ni ética profesional, insultando bajamente a quien ya no puede defenderse?
El transfeminicio de Katia (que además es un crimen de odio en su estado más puro) debería ponernos en estado de alerta a todos.
Tomado del muro de Bladimir Ramirez