
10/08/2025
Génesis 9:20-23 (NVI)
“Después del diluvio, Noé empezó a dedicarse a la agricultura. Plantó una viña,
y bebió del vino, se embriagó y se quitó la ropa dentro de su tienda.
Cam, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo y se lo contó a sus dos hermanos afuera.
Pero Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus hombros y, caminando hacia atrás,
cubrieron a su padre sin mirar su desnudez.
Así protegieron la dignidad de su padre.”
Vivimos en una época en la que resulta fácil juzgar, criticar y exponer las faltas de los demás. A través de las redes sociales, las conversaciones cotidianas e incluso en nuestros propios pensamientos, nos vemos frecuentemente envueltos en un ambiente de señalamientos y condenas.
Este fenómeno se ha convertido en una dinámica social donde, lamentablemente, muchas personas experimentan una sensación de satisfacción y orgullo al descubrir y compartir la caída ajena.
Sin embargo, creo firmemente que se levantará una generación como Sem y Jafet: una generación que sabe cubrir la fragilidad del otro con respeto y amor, que no se deleita en divulgar errores ni en juzgar, sino que actúa con humildad y compasión.
Dios nos llama a ser diferentes. Nos invita a mirar con ojos de misericordia, a cubrir con amor las debilidades de quienes nos rodean y a extender gracia donde otros solo ven error.
Pd: ¿Y tú? ¿De qué generación eres? ¿De la que juzga y expone o de la que protege y restaura?👀❤️🩹