21/09/2025
Cunduacán entre ferias y fiestas, pero sin seguridad
El gobierno municipal de Cunduacán, encabezado por María Chona de la Cruz López, ha demostrado una impecable capacidad para organizar ferias, carnavales y toda clase de eventos festivos. La administración parece moverse con soltura cuando se trata de luces, escenarios y música. Sin embargo, la realidad que golpea al municipio es mucho más dura, la gente no necesita más fiestas, necesita seguridad. En menos de un año, dos directores de Seguridad Pública han desfilado por el cargo. El primero, un militar de carrera, llegó con grandes expectativas, pero pronto quedó en evidencia que no sirvió para nada. El segundo, el actual inspector Chan Guillermo, con una larga trayectoria en el servicio, tampoco ha dado resultados, la violencia sigue en aumento y la ciudadanía vive a merced de la delincuencia. Los hechos hablan por sí mismos. En tan solo una semana, Cunduacán registró cinco ejecuciones. Ayer, en plena cabecera municipal, dos hombres fueron asesinados sin que se viera un solo elemento de la policía municipal. Mientras tanto, la jornada de violencia se extiende con robos a mano armada, secuestros y una total ausencia de presencia policiaca en colonias, comunidades y hasta en el centro de la ciudad. Las cámaras de vigilancia instaladas por el municipio no ven ni vigilan; las patrullas brillan por su ausencia; los elementos de seguridad son insuficientes; y lo más grave, no existe una estrategia real para combatir el crimen. La falta de compromiso del gobierno municipal con la sociedad es evidente. Y como siempre, el silencio oficial prevalece. No hubo comunicado cuando asesinaron a un agente de tránsito, y tampoco lo hay ahora que la sangre corre en las calles. La presidenta municipal, María Chona de la Cruz López, no informa, no explica y no da la cara. El actual director de Seguridad, Chan Guillermo, parece estar solo de trámite. Mientras tanto, la inseguridad se apodera de Cunduacán y los ciudadanos, cansados de vivir con miedo, siguen esperando un gobierno que en lugar de solo organizar fiestas, asuma con seriedad la responsabilidad de garantizar la paz y la seguridad de su gente.