17/05/2023
| 𝗦𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗻 𝗮 𝗺𝘂𝗷𝗲𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝗳𝗲𝗻𝗱𝗶𝗼́ 𝘆 𝗺𝗮𝘁𝗼 𝗮 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗮𝗱𝗼𝗿.
Roxana Ruiz Santiago, víctima de abuso sexual, fue condenada a pasar seis años y dos meses de prisión, luego de que el Poder Judicial del Estado de México consideró que la mujer de 23 años se excedió en el uso de la legítima defensa, y terminó con la vida del hombre que la atacó. Aunque el Tribunal de justicia reconoció que la originaria de Oaxaca sí fue víctima de violación, la jueza Mónica Palomino, sostuvo que se excedió, por lo que además deberá pagar una multa de casi 200 mil pesos en concepto de “reparación del daño material”, y otros casi 90 mil por “daño moral”. “Si yo no me hubiera defendido, estaría muerta”, declaró al salir de la audiencia y expresar sentirse “decepcionada” de la justicia mexicana.
Roxana Ruiz ahora tiene 10 días para presentar un recurso mediante su defensa. La agresión ocurrió la tarde del 8 de mayo de 2021, cuando se dirigía de su trabajo a su casa en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. Ella narró que encontró a una conocida frente a una tienda donde se quedó a platicar y a beber una cerveza. Unos minutos más tarde, un hombre, posteriormente identificado como Sinaí, quien trabajaba en la tienda, se les unió a la conversación; al despedirse, él se ofreció a acompañar a Ruiz a su casa, a lo que ella accedió. Sin embargo, al llegar a su domicilio en la colonia Benito Juárez, él insistió en entrar.
“Cuando llegamos se puso necio, me obligó a dejarlo entrar, me insistió que vivía muy lejos que lo dejara quedarse a dormir en mi cuarto, insistió tanto que me asusté, me dio miedo, por tonta accedí”, escribió. “Por miedo”, la mujer aceptó y le acondicionó una colchoneta, dijo en su narración hecha desde el penal Neza Bordo, uno de los más poblados del país, donde estuvo recluida.
No obstante, cuando ya estaba acostada, Ruiz contó cómo el hombre se subió a su cama, le quitó la ropa y la violó. “Yo estaba en shock, sólo quise defenderme, pasé momentos horribles, sentí su aliento, sus manos (…) Le di un golpe en la nariz, empezó a sangrar y me dijo ahora sí te vas a morir; me dio mucho miedo, entré en pánico, él me golpeaba, cuando se distrajo, tomé una playera y se la puse en el cuello, lo asfixié”, narró. Posteriormente ella, en su desesperación, metió el cuerpo en un costal y lo trasladó como pudo hasta la calle Organillero.
En ese momento un vecino de la zona la vio y de inmediato solicitó el apoyo de la policía, quienes la detuvieron y posteriormente la ingresaron al penal de Neza-Bordo. “Sentí miedo, terror, sólo no quería que él lastimara a nadie más, me sentí sola, denigrada, sentí que no valía nada, sentí que todo era culpa mía por haber confiado en esas personas”.