
19/05/2025
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“Me desmayé en un restaurante por no tener qué comer… y terminé creando una cadena que alimenta a millones.”
Mi nombre es José Andrés. Vine desde España a Estados Unidos con una mochila, un cuchillo de cocina… y un hambre que iba más allá de lo físico. Durante meses dormí en sofás, cociné en cocinas que no eran mías, y aprendí a sobrevivir en un mundo donde nadie te espera con los brazos abiertos.
Un día, tras una jornada sin descanso, me desmayé por falta de comida. Me recogieron del suelo en la parte trasera de un restaurante de Washington. Me sentí humillado, invisible. Pero también supe que eso no podía repetirse. Ni en mí… ni en nadie.
Años después, cuando por fin tenía una carrera estable como chef, vi por televisión el terremoto de Haití. Miles sin comida, sin agua, sin techo. No lo dudé. Agarré mis cuchillos… y volé allí. No como cocinero de lujo, sino como un hombre que sabía cómo alimentar con dignidad.
Así nació World Central Kitchen.
Desde entonces, hemos estado en los peores lugares del mundo: huracanes, incendios, guerras, terremotos. Donde hay hambre, llegamos con comida caliente. No con discursos. Con acción.
No lo hice por fama. Ni por likes. Lo hice porque un día nadie me vio caer… y juré que yo sí vería al que cayera después.
Hoy, hemos servido más de 300 millones de platos en zonas de crisis. Porque alimentar a alguien es más que darle de comer. Es decirle: “Te veo. Tu vida importa”.
“No me hice chef para cocinar platos bonitos… me hice chef para alimentar la esperanza.”
– José Andrés
“Donde el mundo ve caos… tú puedes ser el fuego que calienta una sopa.”