28/05/2025
🛑El Hombre entró a la maquila apenas el lunes, con uniforme nuevo, bota reluciente y el lonche bien surtido que le mandó su esposa. En su casa, lo despidieron con un beso y la bendición. - Te portas bien hermoso. Le dijo su esposa.
En cuanto pisó producción, vio lo que todos ven al entrar por primera vez: un chingo de ganado. Chulas de todas las edades, desde las que llevan 20 años en la línea hasta las recién llegadas con 3 papás de sus hijos.
Toda la gente lo vio entrar y se pasaron la información como telegrama: “Está casado, pero quién sabe…aparte es de la mesa”
Desde el primer día, la del almacén le echó el ojo. Una doña de 35 ( y digo doña no por la edad, si no por que se miraba doña), casada, con dos bendis, pero con verbo fino. Y lo agarró en su primer ida al almacén.
—Tú eres el nuevo, ¿verdad? ¿Casado? —le preguntó mientras sacaba una caja de refacciones.
—Sí… ¿cómo supo? —contestó él, con la inocencia de los que aún creen que la maquila no es un pueblo chico.
—Mijo, aquí las cosas se saben antes de que pasen —soltó con una sonrisa.
Y desde ahí, todo se dio solo.
Primero, miraditas. Luego, risas a escondidas. Después, “pásame tu WhatsApp por si necesitas algo”. Y en menos de una semana, ya se quedaban solos en el almacén.
—¿A qué hora sales? —le preguntó ella, acomodando cajas que no necesitaban acomodo.
—A las seis, ¿por?
—Pa’ ver si nos vamos a desayunar.
—¿Y tu vato?
—No pregunta, con que le tenga su comida lista… ¿y la tuya?
—Tampoco pregunta… con que no se entere.
Y así empezó la novela.
En menos de un mes, ya tenían sus "juntas privadas". En menos de dos, la raza de la maquila ya hacía apuestas de cuánto iba a durar el asunto.
Pero la verdad era que todos sabían la respuesta…
En la maquila, nada es secreto.
Y Todo se sabe 🧠