
16/05/2025
‼️‼️‼️. SATÁN ‼️‼️‼️
Cuenta una historia que un hombre amaba y honraba a Satán como nunca nadie lo había hecho, aquel hombre veía en Satán todo lo bueno que la humanidad ya no veía de él, veía su belleza, su conocimiento, su parte bondadosa. Y así lo amaba, veneraba, respetaba y defendía aún a costa de su propio pellejo.
El diablo vio a su fiel súbdito en la tierra y emergió desde las profundidades del in****no para concederle como gratitud el deseo que aquel hombre tanto había pedido en silencio, más sin ninguna intención de molestar a su amado amo.
Una noche mientras él dormía, Satán se presentó en sus sueños y le dijo:
-Yo he conocido tu deseo, deseas el amor, el verdadero amor... Y si quieres, como gratitud puedo consedertelo.
El hombre sin poder creer la dicha que tenía al ver a su honorable Satán frente a él ofreciéndole lo que tanto había querido en su vida, le respondió:
-Oh Mi Amado Señor, gracias por poner tu atención en mi, gracias por su sagrada gratitud. Mi deseo es encontrar el amor, el amor que siempre busque y que jamás estuvo a mi alcance.
El diablo lo miro y con sus ojos de carbón encendido fijados en los de aquel hombre le contesto:
-Nunca lo alcanzaste porque está en el último de mis in****nos, allí reposa el amor perfecto, el amor que desea tu alma, pero lo conoces... porque una vez estuviste allí y solo tu alma lo recuerda mientras tú mente entre recuerdos sin rostro lo hace errante.
El hombre miro a su amo:
-Si, la recuerdo, pero no recuerdo su rostro, solo sé que es hermosa como una flor, delicada, fina, hasta demasiado perfecta para ser parte de un mundo tan frustrante.
Satán continuó:
-Lo es, es demasiado perfecta y a su vez es la tormenta más difícil con la que puedas enfrentarte, aún así si atraviesas nuevamente todos mis in****nos, con ella puedes quedarte. Solo que esta vez el in****no no será un sueño, lo sentirás en tu carné.
Aquel hombre se arrodilló frente a Satán y le dijo:
-Prometo no fallarte.
Entonces el Diablo respondió:
-El amor que buscas nació del fuego, es mi hija y su alma fue forjada para el hombre capaz de gobernar el Inframundo cuando yo deba ascender a los cielos para pactar con otro gigante.
-Su hija! -Exclamo el hombre.
-Si, mi hija... es la que guardas en tus recuerdos... Y me has sido fiel, con ella voy a recompensarte. Más no me falles... Me he presentado en tus sueños para entregarte mi tesoro sagrado, mi gema de fuego, la que puedes ver cómo al peor Demonio pero será después de varias tormentas el más bello Angel.
-Prometo no fallarle mi Señor, prometo serle fiel a mis sentimientos, prometo amarle y respetarle, prometo pasar todos los in****nos para estar frente a sus ojos y consagrarme.
El Diablo tomo su palabra y desapareció entre vapores negros, dejando reposar en su sueño a su fiel súbdito hasta que al día siguiente el volvió a despertarse.
El hombre recordando lo que había soñado se aferró a lo que había oído de su gran Señor y espero a que su sueño llegue a realizarse, paso el tiempo... Un año, dos casi tres y una mujer llegó a su vida llenando de palabras dulces su alma, él se enamoró y ella también llegó a enamorarse... Aquel amor fue magia y tormenta, pasión y arte, aquel amor pinto muros con letras y sangre, se hizo efusivo, cada vez mas asfixiante... La dulzura comenzó a convertirse en miel amarga, la cercanía en periodos de dolorosos momentos distantes...
El hombre comenzó a confundirse, se consumió su corazón, se volvió irritante... La hermosa mujer era la peor cara de un demonio, a veces fría, a veces cálida, a veces indescifrable... Los días hermosos se fueron convirtiendo en días sin luz, apagados, oscuros, sin vida... El hombre sintió el peso de sus fracasos y por dentro supo que su corazón ante esa mujer llegó a quebrarse. La amaba pero estaba exhausto y comenzó a alejarse...
Ella se volvió a su padre y le dijo:
-Padre... No Cumplió su promesa, no vino a mi in****no, no le alcanzó el amor, deseo un Ángel sin antes vencer mis demonios y prefirió rendirse antes que tocar por completo mi corazón.
Satán dejo arder sus ojos en furia y a su hija le pregunto:
-Donde quedó?
-Alli, un in****no antes al que estoy yo.
Entonces abrazando a su hija, el diablo la consoló:
-Solo está cansado, deja pasar el tiempo y si tanto ama a nuestros demonios no será ni para ti ni para mí una decepción. Siéntate en tu trono mi hermosa Reina. Y tranquila, que si realmente es mi fiel súbdito cumplirá las promesas al igual que las cumplo yo. Y no querrá que lo miré con despreció... Porque mi desprecio será su perdición....