
08/06/2025
Muy bonita reflexión de vida
🥹👇 “Aunque ya no vivo donde crecí, sigo en Hermosillo. La música me cambió la vida, pero no me cambió a mí. Me llevé al barrio completo a chambear conmigo: amigos de toda la vida que ahora están en mi equipo, en seguridad, en administración, en la logística. Y eso me mantiene en el suelo, con los pies bien plantados. Me gusta que me hablen directo, que no me traten como estrella. Me nutren, me inspiran, me bajan a la tierra. Porque no hay nada como la banqueta, las caguamas con los compas, o el calorón de Hermosillo apenas bajas del avión. Y sí, tengo un Ferrari, me quiero comprar un Skyline R34 como el de Rápido y Furioso, pero nada me llena como saber que mis papás viven mejor, que sigo cerca de los míos y que, a pesar de todo, nunca perdí lo más importante: mi esencia.”
Antes soñaba con tener un carro clásico, uno de esos de los años 60 que rugen fuerte y huelen a gasolina desde que giras la llave. Hoy los tengo. Pero ¿sabes qué es lo más loco? Que cuando ya puedes darte el lujo, ya no tienes tiempo para usarlos. Es como cuando de niño te decían que no comieras dulces y, cuando por fin puedes comprar todos los que quieras, ya tienes que cuidarte por salud. Aun así, me sigue encantando verlos ahí, estacionados. Porque yo soñaba con solo ver uno en vivo… y ahora están en mi cochera. No los manejo diario, pero verlos me recuerda hasta dónde hemos llegado. Y sí, gasto, me doy mis gustitos, pero también aprendí a atesorar los momentos, a valorar lo que vivo. Porque hay instantes que tal vez en el momento no disfruto, pero sé que un día los voy a extrañar con el alma.”
🛻🎶 Carin León sobre volver al origen, comprar sus sueños y rodearse de los que siempre estuvieron. Una historia de éxito que huele a gasolina y suena a familia.