15/05/2023
Representaciones populares del 5 de Mayo
No sólo los estadounidenses y los poblanos saben qué se festeja el 5 de Mayo, como anuncian varios memes, pues la batalla del 5 de Mayo de 1862 en que las tropas mexicanas compuestas en su mayoría por un ejército inexperto de valientes indígenas y campesinos de todas partes del país derrotaron al entonces ejército más poderoso del mundo, ha sido motivo de festejo entre varios pueblos país. Estos festejos no son dictados por el gobierno; son representaciones que en los pueblos –antiguos, de raigambre prehispánica-, consideran importante realizar.
En esta ocasión, Tlacuatzin visitó uno de estos pueblos, Acolman, en el estado de México, sitio de gran importancia por su importante e histórico convento agustino* así como por la elaboración de piñatas.
Los Acolmeños, gente muy empática y amable, nos comentaron sobre el 5 de mayo que ya lleva más de 100 años de realizarse la batalla entre “franceses” y “nacos zacapoaxtlas”; alrededor de 200 soldados (por todos), se enfrentan en la plaza, en donde en un extremo de la calle se encuentra el “cerro simulado” de los mexicanos y en el otro, el cuartel de los franceses. En ambos escenarios se llevan a cabo diálogos entre los generales franceses y mexicanos en una obra popular que dura aproximadamente 1 hora y media por la tarde pero que comienza por la mañana con la ceremonia cívica, izamiento y honores a la bandera.
Aunque las actividades comienzan el 2 de mayo (el 1º según otro informante), con “la prueba de la pólvora”; el día 4 se realiza el recorrido por los pueblos del municipio: “nos llevan en unas trailas… nosotros traemos chirimilla y los franceses traen banda… entonces has de cuenta que llegamos a un pueblo aquí que se llama Tepexpan” “ahí nos bajamos, toca la banda, toca la chirimilla y nosotros nos ponemos a bailar y a detonar. Vamos a San José, san Marcos, Xaometla, la Zapata, Tepexpan, Cuanalá, Zacango, San Pedro, San Bartolo, Santa María y aquí” “esta es la cabecera municipal [Acolman]. Allá nos presentamos y ya detonamos como simulando que nosotros andamos buscando a los franceses.”, nos cuenta Rogelio Fragoso, vecino de Acolman y participante en el simulacro.
En esta localidad se queman alrededor de 200 kg de pólvora, 2kg por participante los días 4 y 5, el primero durante la prueba de sus cañones y el segundo en la batalla; los rifles son algunos de hechura acolmeña y otros llevados desde Huejotzingo, donde también adquieren alguna indumentaria desde hace al menos 4 años.
Como mencionamos al inicio, esta representación forma parte del grupo de representaciones populares del 5 de mayo que se llevan a cabo en diferentes pueblos del estado de Puebla y México, y que a su vez al migrar sus pobladores a Estados Unidos, también se ha extendido al menos en las localidades de Filadelfia, Nueva York y Passaic, lo que demuestra su arraigo en la identidad construida desde los pueblos de raigambre mesoamericana. Les compartimos algunas imágenes de esta celebración en Acolman.
-Francisco Farfán Salas.