
28/05/2025
El PRI pierde a su Judas: Roque Márquez Pérez, premiado por traicionar al partido que lo encumbró
Jerez, Zacatecas; En un acto que huele más a pago de favores que a mérito académico, Roque Márquez Pérez, conocido por ser el eterno suspirante a la presidencia municipal de Jerez y señalado como el traidor número uno del priismo local, ha sido premiado con la dirección del Instituto Tecnológico Nacional de México, campus Jerez, bajo la complacencia del gobierno morenista de David Monreal.
La noticia ha causado indignación entre militantes y ciudadanos, que ven en este nombramiento una burla al esfuerzo académico y una afrenta a la ya golpeada dignidad política de la región. Márquez Pérez, quien no dudó en saltar del PRI —partido que le dio todo— para buscar la candidatura por Morena a través de su esposa, la maestra “Cuca” Ávalos, representa lo peor de la politiquería: ambición desmedida, lealtades intercambiables y hambre de poder.
Durante el pasado proceso electoral, Jerez vivió una auténtica cochinada política. Y hoy, el cinismo se oficializa con este nombramiento, como si traicionar ideales y negociar cargos tras bambalinas fuera motivo de ascenso institucional.
La llegada de Márquez Pérez al Tecnológico augura una etapa oscura, marcada por la corrupción y el saqueo, prácticas que ya le son familiares. Su historial lo pinta solo: desfalcos, extorsiones y el uso de los cargos públicos como botín personal. Ahora, con el control de una institución educativa clave, el riesgo es mayúsculo.
Es momento de que la comunidad estudiantil, el personal docente y la sociedad jerezana en su conjunto levanten la voz. No se puede permitir que los espacios dedicados a la formación de futuros profesionistas se conviertan en trincheras de intereses políticos y corrupción descarada.
El futuro de la educación en Jerez está en juego. Y no puede seguir siendo moneda de cambio para ambiciosos sin escrúpulos.