
10/07/2025
Cuando el corazón se mueve por Dios
📖 “Y vinieron todos los varones a quienes su corazón estimuló, y todos aquellos a quienes su espíritu dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión…” – Éxodo 35:21
Después del quebrantamiento causado por el pecado del becerro de oro, Dios vuelve a invitar a su pueblo a participar en algo más grande: la construcción del santuario. Pero esta vez, hay una condición clara: Dios no obliga, sólo recibe lo que nace de un corazón dispuesto.
El capítulo 35 nos presenta una imagen conmovedora de lo que ocurre cuando una comunidad se une, no por presión ni por apariencia, sino por un impulso espiritual auténtico. Tanto hombres como mujeres, ancianos, artesanos, líderes y personas comunes, dieron lo mejor de sí. Algunos ofrecieron oro, otros telas, y otros su tiempo y talentos. Todos eran necesarios, todos eran útiles.
Aquí hay un principio poderoso: la obra de Dios no necesita obligados, necesita voluntarios movidos por el Espíritu. En los tiempos que vivimos, Dios también está edificando su santuario espiritual en los corazones de las personas, y te está llamando a participar. ¿Qué estás dispuesto a ofrecer? ¿Tiempo, recursos, tus dones, tu testimonio?
No se trata solo de construir algo físico, sino de levantar un testimonio visible del Dios que mora entre nosotros. La generosidad, cuando nace de un corazón agradecido, se convierte en adoración.
🕊️ Eco del día:
Dios no fuerza tus manos, pero toca tu corazón. ¿Qué estás ofreciendo hoy a la obra del Señor.