31/05/2025
"Lo que vio mi padre antes de morir"
Hace unos meses, acompañé a mi padre en sus últimos días. Estaba en casa, en una habitación tranquila, rodeado de fotos de la familia. Los médicos ya nos habían dicho que no había nada más que hacer. Solo quedaba estar con él… y esperar.
Una tarde, mientras le daba de beber un poco de agua con una cucharita, me miró fijo y me dijo:
—¿Viste a mamá? Está ahí, parada en la puerta.
Me quedé en silencio. Mi abuela, su madre, había mu**to hacía más de veinte años. Pensé que tal vez estaba confundido por los medicamentos o por el cansancio. Pero su cara no mostraba delirio… mostraba paz. Como si realmente la viera.
—Te está esperando —le dije, tratando de seguirle la corriente, aunque por dentro algo me apretaba el pecho.
—No tiene apuro —respondió—. Dice que todavía me falta ver a alguien más.
Pasaron dos días. Esa madrugada me quedé dormido al lado de su cama. Me despertó su voz, suave, como si hablara con alguien:
—Ya están todos… mira quién vino, Antonio…
Yo levanté la cabeza y vi que miraba hacia el rincón, con una sonrisa que no le veía hace semanas. Tenía los ojos muy abiertos, como un niño viendo algo maravilloso. Murmuraba nombres de personas que yo sabía que ya no estaban vivas. Su hermano menor, un primo que murió joven… incluso mencionó a su padre, a quien casi nunca nombraba.
Y entonces… ocurrió algo que no puedo explicar.
La habitación se sintió distinta. No puedo decir que hizo frío ni calor, pero el aire… cambió. Era como si algo estuviera ahí, pero no daba miedo. Al contrario, era una sensación extrañamente reconfortante.
Mi papá me tomó la mano con fuerza y me dijo:
—No tengas miedo, hijo. Esto no es el final.
Después de eso, cerró los ojos. Y no volvió a abrirlos.
Pero la expresión que quedó en su rostro… no era de sufrimiento. Era como si por fin estuviera en casa. Como si al otro lado hubiera alguien esperándolo de verdad.
Desde ese día, ya no estoy tan seguro de que la muerte sea solo un final. A veces creo que es solo una puerta… y que alguien que nos ama está del otro lado, esperando para guiarnos.
¿Tu crees en la posibilidad de que exista el más allá?
¿Que existe después de que llega nuestro último aliento?
Que opinas al respecto déjame saberlo en los comentarios,
Y de nueva cuenta gracias por ayudarme a compartir la historia.