19/11/2025
El tronco de Malagón ya está estorbando mucho….
🇲🇽 Muchas dudas con el cuadro mexicano… y cada vez más difíciles de ignorar.
El cierre de año trajo partidos de preparación del Tri ante selecciones Conmebol, y aunque la afición esperaba ver un adelanto de lo que podríamos vivir en el Mundial, la realidad fue otra: más preguntas… menos respuestas.
Porque sí, México quiere… pero no puede.
La delantera volvió a quedar exhibida. Da igual quién juegue: no hay funcionamiento, no hay idea y no hay gol. Es como si esta Selección simplemente no supiera jugar para un delantero. Se generan intentos, pero no se generan soluciones.
Y lo peor: la portería ahora es otro vacío.
¿Malagón está realmente listo para un Mundial?
¿O está ahí porque “vende”?
Las actuaciones recientes han dejado dudas enormes… y de pronto el fantasma de Memo Ochoa vuelve a tomar relevancia. ¿Regresará a la titularidad? ¿Debe hacerlo?
La afición debate, se pelea, opina. En cada mexicano vive un director técnico… pero ni siquiera el técnico ha mostrado un 11 titular consolidado a un año del Mundial.
¿Por qué seguimos improvisando?
¿Por qué no se prepara a los titulares desde YA y se usan los recambios solo para ajustar partidos?
¿Por qué seguimos probando jugadores cuando la base ni siquiera está firme?
Claro, hay joyas nuevas como Mora o “La Hormiga”. Pero… ¿de verdad vamos a poner las esperanzas de un país entero en un chico de 16 años?
Y la discusión eterna: ¿Fidalgo debe jugar el Mundial? Cada vez divide más opiniones.
Lo que sí es un hecho es que ningún jugador, por talentoso que sea, puede levantar solo a esta Selección.
Las jerarquías parecen rotas, el ambiente está tenso y el ciclo de abucheos solo está apagando aún más al Tri.
⏳ Pero el tiempo se acaba.
Los experimentos continúan.
Y los resultados no son alentadores.
La realidad del fútbol mexicano queda expuesta cada vez que enfrentamos selecciones sudamericanas… y lo que se ve hoy no es lo que uno esperaría rumbo a un Mundial en casa.
Felipe Gomez.
🇲🇽🤔 ¿Qué opinas tú?
¿Tenemos realmente con qué competir en 2026 o estamos viendo una tormenta que nadie quiere admitir?