17/03/2024
La música es una de las 7 bellas artes que acompaña al ser humano desde sus orígenes como especie. El fenómeno sonoro llamado música nos enseña lo efímero que es la existencia, el que no te puedes dar el lujo de quedarte en el error, donde siempre se tiene que levantarse para seguir adelante sin tiempo que perder ante una vida efímera, y que a pesar de los errores o las pequeñas deficiencias siempre se es posible, a partir de esos aprendizajes, crear algo mejor que conmueva a las personas al punto que ya no son las mismas y que eso ayuda a todos a reflexionar sobre si mismos y transformarse; estos aprendizajes no solo son aprendizajes aplicables a los músicos y su quehacer musical, esto es aplicable a cualquier persona que se dé el permiso de tener un poco de sensibilidad que le permita ampliar su punto de vista para comprenderse a sí mismos y a otros y con ello transformar su mundo.
El haber compartido con músicos que no conocía un trabajo interesantísimo como fue el Stabat Mater de Dvorak (1877) que es una obra que el autor escribió ante el fallecimiento de varios de sus hijos en un período de pocos años, insta al escucha, sea o no creyente, a empatizar con el dolor de unos padres (principalmente la madre) que han perdido a sus hijos; como el director de la Orq. Sinfónica de Yucatán José Areán sostiene que esta obra en "este México de hoy es más que necesario por aquellas madres que buscan a sus hijos e hijas desaparecidos para buscar un punto de empatía que nos ayude a apoyarles de alguna manera en su búsqueda"; es innegable cada vez vivimos en un país más violento por la misma sociedad mexicana que le encanta encontrar culpables en los otros y que rara vez se analiza esa misma sociedad a sí misma y en las violencias que cada uno de nosotros emitimos.
Esta obra da un punto de vista del dolor de una madre al ver mu**to a su hijo, que en este caso usa la oración de Stabat Mater adjudicado a las monjas dominicas de Bolonia en el siglo XII y que se centra en María al estar al lado de la cruz. Una obra muy sentida con diferentes elementos estilísticos que van envolviendo al escucha en diferentes situaciones hasta que en su último movimiento se pide como deseo genuino de aquel fallecido un camino al paraíso como dejo de esperanza en la tragedia.
Un honor y privilegio haber compartido escenario con tantos músicos, solistas, director orquestal, directora coral y cantantes.