07/07/2025
El Cártel de Sinaloa habría infiltrado el C5 de CDMX: la red alcanza a Américo Villarreal y Rubén Rocha Moya
Un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que un hacker al servicio del Cártel de Sinaloa logró identificar a un agente del FBI en la Ciudad de México. Utilizando las cámaras del C5, el pirata informático rastreó sus movimientos, reuniones y facilitó el as*****to de informantes.
La información fue entregada por Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, a cambio de beneficios legales antes de su juicio en Chicago. Como parte de esa negociación, 17 familiares de Ovidio se entregaron en mayo y cruzaron la frontera a California. Una vez más, el gobierno mexicano quedó fuera de la jugada y solo reaccionó con quejas.
El coordinador del C5 en CDMX, Salvador Guerrero Chiprés, negó la infiltración y culpó a la administración de Miguel Ángel Mancera. Sin embargo, las cámaras fallidas durante recientes as*****tos políticos en la capital confirman la vulnerabilidad del sistema.
El trasfondo revela mucho más: tras ser liberado por órdenes de Andrés Manuel López Obrador durante el “Culiacanazo” de 2019, Ovidio Guzmán se trasladó a la CDMX para instalar su “puesto de avanzada”. Desde ahí coordinó el ingreso de fentanilo chino y su distribución a Sinaloa, con ganancias millonarias.
Las redes políticas que facilitaron estos movimientos salpican a varios gobernadores cercanos a López Obrador. Américo Villarreal Anaya (Tamaulipas) y Rubén Rocha Moya (Sinaloa), ambos identificados como aliados políticos de la llamada “Cuarta Transformación” y cercanos a operadores del Cártel de Sinaloa, guardaron silencio ante el crecimiento de estas estructuras criminales.
Américo Villarreal ha sido señalado por sus nexos con operadores financieros y logísticos ligados a grupos criminales, además de beneficiar a redes cercanas al clan Guzmán en la frontera. Por su parte, Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, ha sido criticado por su falta de acciones contundentes para frenar la expansión y control territorial del cártel en su estado natal.
Ovidio, mientras tanto, se movía entre Santa Fe, la Del Valle y Nápoles, protegido por sicarios y con apoyo logístico en la capital. Incluso sobrevivió a un intento de as*****to en 2021 en Parque Delta.
Finalmente, fue detenido en Sinaloa gracias a datos de agencias estadounidenses. Se le acusa de coordinar cargamentos de droga que ingresaban por el aeropuerto capitalino y de recibir más de 24 millones de dólares.
El hackeo al C5 y las revelaciones de Washington exponen no solo la debilidad institucional, sino también la complicidad política. La acusación contra la casa de bolsa de Alfonso Romo, amigo y exjefe de oficina de AMLO, por lavado de dinero del Cártel de Sinaloa, refuerza el rompecabezas de protección al narco.
Estados Unidos continúa revelando información de alto impacto, y cada misil apunta directamente a figuras clave del obradorismo y a los gobernadores aliados, como Villarreal y Rocha Moya, quienes ahora quedan en el centro del huracán.