24/07/2022
Lo que reflejan las damas...
Escuchamos muchas cosas del tipo " eres hermosa, no tienes que andar toda cubierta", "mujer tienes que valorar y exhibir el cuerpo que tienes", "tienes que mostrar lo que es bonito"; ¿será que estas mujeres se están valorando?, ¿valorarse es ser objeto de miradas impuras?, ¿valorarse es ser vista como un objeto?, ¿ valorarse es recibir "elogios" asquerosos, o incluso ser llamada por nombre de animal? ¿Hacer pecar a los demás y a sí mismo pecar gravemente? ¿Valorarte es ofender a nuestro Señor y nuestra Madrecita tan buena? Por el contrario, esto es hundirse, es destruirse, humillarse, reducirse a un pedazo de carne, es una pena sin tamaño. La mujer pierde toda la gracia, encanto y misterio cuando se muestra, se vuelve como un pedazo de carne que los hombres quieren devorar, no porque las crean bonitas, sino porque son inclinados a este mal, sea cual sea la mujer. Atraes miradas y atención pero de hombres incorrectos, hombres que no valoran, hombres del montón que ven y desean a cualquiera.
Guarda tu cuerpo a tu esposo, el hombre que eligió El Señor para ti, el que te va a amar y respetar como hija de Dios, con toda la dignidad que se merece. Cúbrete, ¡valorate! Amate a ti misma de la manera correcta. Tu no necesitas estas modas asquerosas, para ser bonita. No crees que eres hermosa sólo por el hecho de que El Todopoderoso te creó? ¿Necesitas mostrarse para sentirse bonita? Gran locura es sentirse bella con miradas sucias y maliciosas y no sentirse hermosa solo por el hecho de haber sido creada por el Buen Dios, que es Perfecto en todo lo que hace, y lo único que quiere a cambio de la belleza que nos dio, es que nos vistamos con modestia y lo honremos a El, los hombres sólo nos acompañaran al in****no, en cambio su Divino Hijo nos salvó en la cruz con el incalculable precio de su Preciosa Sangre. Una verdadera cristiana se conoce desde su vestimenta y comportamiento, esa es una de sus primeras luchas, no ceder ante la presión de los mundanos.
Sólo somos lo que somos delante de Dios.
(Traducido del portugués, autor desconocido)