31/10/2025
Aquella noche no te vi, pero te sentí. Sabía que eras tú. Tu presencia envolvió mi alma en una calma extraña, una paz profunda acompañada de tristeza… y de miedo.
No estaba preparada. ¿Cómo podría dejar a mi madre con semejante dolor? Aunque me invitabas una y otra vez a marchar contigo mientras caminabas alrededor de mi cama de hospital. Por instantes creí que no lograría convencerte, al final te alejaste, silenciosa, resignada.
Hoy te doy las gracias por haberme permitido despertar un amanecer más, por concederme el poder celebrar otro año en este mundo. Sé que, tarde o temprano, nuestros caminos inevitablemente volverán a cruzarse.
Hasta entonces, querida Muerte 💀