
08/08/2025
En 2017, un gerente de acuarios de San Antonio, Texas, se convirtió en el protagonista de una conmovedora historia de ingenio y empatía al diseñar un dispositivo de flotación para un pez dorado que padecía un trastorno de la vejiga de natación, una afección que le dificultaba mantenerse en posición vertical. Con materiales sencillos como tubos, espuma y pesas, este innovador creó un pequeño arnés que permitía al pez nadar con comodidad y recuperar su equilibrio en el agua. Su ingeniosa solución no solo mejoró la calidad de vida del pez, sino que también subrayó cómo la creatividad y la compasión pueden marcar una diferencia significativa, incluso en las vidas de las mascotas más pequeñas. Este gerente del acuario, al construir una especie de silla de ruedas subacuática con bridas y espuma de poliestireno, restauró la capacidad del pez para nadar de manera adecuada e inspiró a millones de personas con su desinteresada bondad.