
24/08/2025
A veces, la vida nos obliga a vestir una máscara de fortaleza, aunque por dentro estemos hechos pedazos. Fingir estar bien puede ser un mecanismo de defensa, pero también puede convertirse en una carga que nos consume en silencio. Ser fuerte no siempre significa ocultar el dolor; también implica reconocerlo, permitirnos sentirlo y buscar alivio en quienes nos aman. La vulnerabilidad no es debilidad, es un acto de valentía que nos conecta con nuestra humanidad. No hay nada más sanador que aceptar que no podemos con todo y pedir ayuda cuando la tristeza pesa demasiado. No te castigues por caer; incluso en los momentos más oscuros, sigue siendo un logro levantarte y seguir adelante.