Shalom Nisi

Shalom Nisi compartiendo la palabra de Dios y música cristiana reflexiones y más

NO ENSEÑES A TUS HIJOS A PEDIR HALLOWEEN, MEJOR ENSÉÑALOS A PEDIR:✅A Dios, sabiduría, para entender la diferencia entre ...
29/10/2025

NO ENSEÑES A TUS HIJOS A PEDIR HALLOWEEN, MEJOR ENSÉÑALOS A PEDIR:

✅A Dios, sabiduría, para entender la diferencia entre lo que está bien y lo que no, y para tomar decisiones que agraden al Señor.

✅A Dios, perdón, cuando se equivoque o falle. Que aprenda que el arrepentimiento sincero limpia el corazón y lo acerca más a Él.

✅A Dios, fuerza, para resistir las tentaciones, mantenerse firme en su fe y no dejarse influenciar por lo que el mundo celebra.

✅A Dios, guía, para que busque Su dirección antes de actuar, y confíe en que Dios lo lleva por el mejor camino.

✅A Dios, paciencia, para esperar con calma y fe en los tiempos que Él dispone.

✅A sus padres, consejo, porque ellos tienen experiencia, amor y el deseo de verlo crecer con valores y responsabilidad.

✅A sus padres, disciplina, no como castigo, sino como una muestra de amor que enseña límites y carácter.

✅A los demás, respeto, para que aprenda a convivir, escuchar y valorar las diferencias con humildad.

✅A los demás, perdón, cuando haya causado daño, entendiendo que las relaciones se fortalecen cuando hay humildad y sinceridad.

✅A sí mismo, amor propio, para que se valore como hijo de Dios, cuide su mente, su cuerpo y su espíritu sin dejarse arrastrar por modas o presiones.

✅Y a todos, gratitud, porque un corazón agradecido reconoce la bondad, aprecia lo que recibe y multiplica la alegría en quienes lo rodean.

📖 “𝘐𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘺𝘦 𝘢𝘭 𝘯𝘪𝘯̃𝘰 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰, 𝘺 𝘢𝘶𝘯 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘦 𝘷𝘪𝘦𝘫𝘰 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘵𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘦́𝘭.” — 𝘗𝘳𝘰𝘷𝘦𝘳𝘣𝘪𝘰𝘴 22:6

̃o

Así un día vuelve a salir el solY brilla más fuerte que nunca Y aunque aveces lo olvidas la vida siempre te recuerda Que...
27/10/2025

Así un día vuelve a salir el sol
Y brilla más fuerte que nunca
Y aunque aveces lo olvidas la vida siempre te recuerda

Que no importa que tan fuerte sea la
Tormenta al final siempre llega la calma

Créditos
Nisi

27/10/2025

"El amor de una madre no se mide en regalos, se mide en sacrificios."

Hay imágenes que hablan más que mil palabras, y esta es una de ellas. Una madre caminando con paso firme, llevando en brazos a uno de sus hijos, tomando de la mano al otro mientras su perro los acompaña. Su rostro refleja cansancio, pero también determinación. No lleva lujos, no hay sonrisas fingidas ni filtros de fantasía. Lo que ves es real: la imagen de una mujer que, aun con las manos vacías, lo dio todo por sus hijos.

La frase lo resume con sencillez y profundidad:
“Mi madre no me dio todo lo que quise, pero sí todo lo que ella pudo.”

Porque el amor verdadero no siempre se manifiesta con juguetes nuevos o mesas llenas de comida. A veces, se traduce en noches sin dormir, en lágrimas escondidas, en jornadas largas de trabajo para traer lo justo a casa. Se expresa en el pan compartido, en los zapatos usados que aún sirven para caminar, en las veces que prefirió no comer para que sus hijos no pasaran hambre.

Muchos crecimos sin tener todo lo que queríamos, pero hoy, con el corazón más maduro, comprendemos que lo importante no era el "todo", sino el "pudo". Porque lo que nuestras madres hicieron por nosotros no fue poco. Fue lo que estaba a su alcance, y muchas veces más allá de sus fuerzas.

Esa madre de la imagen es símbolo de miles, millones de mujeres que caminan cada día cargando sueños, responsabilidades, dolores y esperanzas. Mujeres que, a pesar de las dificultades, se mantienen firmes por amor. Y ese amor —aunque no venga envuelto en papel de regalo— es el más puro, el más verdadero, el más eterno.

Hoy, más que nunca, valoremos a esas madres que, aunque no nos dieron todos los lujos del mundo, nos dieron el mundo que ellas pudieron construir con sus manos, su alma y su corazón.

Créditos al autor

💔 “Tú no volviste a escribir, y yo no volví a molestar.” 💔Y así, sin un cierre, sin un adiós, sin una explicación… se te...
27/10/2025

💔 “Tú no volviste a escribir, y yo no volví a molestar.” 💔

Y así, sin un cierre, sin un adiós, sin una explicación… se terminó.
No porque dejara de importar, sino porque entendí que insistir donde ya no hay respuesta también duele.
Tú no volviste a escribir… y yo, con el corazón en la mano, tuve que aprender a no buscarte más.

Al principio costó.
Cada noche se me iba entre el impulso de escribirte y la fuerza de contenerme.
Me detenía mil veces, repasaba tus últimas palabras, buscaba señales donde ya no había nada.
Pero entendí que cuando alguien deja de escribir, no es por falta de tiempo, es por falta de interés.
Y cuando eso pasa, no hay mensaje que rescate lo que ya murió en silencio.

Te juro que no fue orgullo.
Fue dignidad.
Fue cansancio.
Fue ese momento en el que uno se da cuenta de que seguir tocando una puerta cerrada solo te rompe los nudillos del alma.
Así que elegí callar.
Elegí cuidar lo poco que quedaba de mí después de tanto esperarte.

Porque cuando uno quiere, no desaparece.
No se olvida de repente.
No se borra de la vida del otro como si nunca hubiera existido.
Y aunque yo entendí eso tarde, lo entendí con el alma desgarrada.

Tú no volviste a escribir, y yo no volví a molestar…
pero eso no significa que no pensara en ti.
Te recordé en los momentos más simples, en los más insignificantes, en los más nostálgicos.
En el café de la mañana, en la canción que hablaba de nosotros, en los mensajes que nunca envié.
Te recordé sin querer, hasta que un día… dolió un poco menos.

Y sí, te solté en silencio.
Sin drama, sin reclamos, sin intentar hacerte entender lo que tú ya habías decidido no sentir.
Porque hay despedidas que no se dicen, solo se aceptan.
Y con el tiempo entendí que mi silencio también fue una forma de amor propio.

A veces pienso que tú sabías que yo seguía ahí, esperando una palabra, una señal.
Y que quizás por eso no volviste… porque sabías que mientras yo te esperara, no me iría.
Pero me fui.
No de un día para otro, sino poco a poco.
Me fui cuando empecé a extrañarme a mí misma más de lo que te extrañaba a ti.
Cuando entendí que mi paz valía más que cualquier mensaje no respondido.

Y aunque nunca dijimos adiós, la vida se encargó de cerrar lo que nosotros no supimos terminar.
Ahora solo queda el eco de lo que fue,
el recuerdo de lo que intentamos,
y la certeza de que, a veces, el silencio también es una respuesta.

Tú no volviste a escribir, y yo no volví a molestar.
Y quizás, en el fondo, eso fue lo más sano que pudimos hacer.
Porque insistir en lo que no es recíproco es una forma lenta de perderse.
Y yo ya me había perdido demasiado en ti.

Así que me quedo con lo bonito, con lo real, con lo que aprendí.
Y aunque el corazón aún te recuerde con ternura,
ya no me duele que no volvieras.
Porque entendí que a veces el amor no termina con una gran pelea,
sino con un simple silencio…
uno que grita: “Ya no eres parte de mi historia.” 🕊️💫

---By JonnyRasSaint 🖤
Sin dedicatoria ❤️🫰✨

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