
02/11/2024
Cómo todos saben en la versión de 2003, se aborda mucho más profundamente el tema de la ley de intercambio equivalente, estableciendo una analogía con la ley de equivalencia. Por primera vez, surge esta analogía cuando Hohenheim (en el momento en que Edward llega a nuestro mundo por primera vez) menciona la necesidad de energía para la transmutación y que no podemos crear energía, sino solo redirigir la energía ya existente. Esto nos remite a la primera ley de la termodinámica.
Mucho antes, recordemos uno de los argumentos que usó Dante para explicar el intercambio equivalente. Un ejemplo de esto es el examen de alquimista, en el que algunos participantes trabajaron tan duro, o tal vez más, que otros, pero no aprobaron. Es decir, se da una situación en la que dos estudiantes gastan la misma cantidad de energía leyendo el mismo libro, pero el primero obtiene más beneficios del libro que el segundo. Por tanto, el segundo necesita gastar más energía para alcanzar el mismo resultado que el primero. En consecuencia, la misma información del libro tiene un "precio" diferente.
Ahora intentaré explicar cómo se relaciona esto con la alegoría de la primera ley de la termodinámica y la entropía. Les recuerdo que no se trata de una conexión directa, sino de una alegoría, ya que estamos hablando de una ficción a la que solo se pueden aplicar metáforas. Según la primera ley de la termodinámica, la energía no se puede crear ni destruir, solo redirigir. Podemos concluir, entonces, que es posible redirigir infinitamente la misma energía. Por ahora, no tomo en cuenta otras leyes físicas y me baso únicamente en las condiciones de la termodinámica. Esto implicaría que, con base en la primera ley, sería posible crear una máquina de movimiento perpetuo mediante la redirección infinita de la energía cinética dentro del sistema. Sin embargo, debido a la existencia de la segunda ley de la termodinámica (la entropía), esto no es posible, ya que no existen sistemas completamente cerrados en el mundo y parte de la energía simplemente se pierde al salir del sistema. La cantidad de energía disminuye en cada ciclo del motor. Además, el entorno externo afecta la estabilidad de cada sistema individual de diferentes maneras. En otras palabras, si se utilizan dos sistemas con el mismo potencial energético, podrán utilizar la misma cantidad de energía con diferente eficiencia; un sistema con menor eficiencia no podrá retener su potencial energético. Esto es como en el ejemplo de los dos estudiantes que leen el mismo libro y gastan la misma energía, obteniendo resultados diferentes. Si en este modelo una persona es un sistema relativamente cerrado en cuanto a su estabilidad energética (potencial genético) incluso antes de su nacimiento, el entorno influye, por ejemplo, en forma de selección natural.
Dante argumenta que el principio de equivalencia siempre se verá afectado por el "factor 3": el entorno externo que crea las condiciones para la entropía.
El final de la versión de 2003 también puede interpretarse de forma metafórica: Edward recupera a su hermano, pero queda separado de sus seres queridos, en un mundo de guerras, sin alquimia, sin un brazo y una pierna; en las peores condiciones, perdió más de lo que ganó, lo cual refleja la segunda ley de la termodinámica.