07/11/2025
A veces nos cuesta creer que las cosas buenas también son para nosotros. Creemos que hay que sufrir para merecer, o que la calma es un lujo reservado para después. Pero la vida no funciona así: la vida también recompensa con suavidad. Permítete recibir sin culpa, sin miedo y sin prisa. Lo bonito no siempre llega para compensar lo difícil; a veces llega solo para recordarte que lo mereces, que estás en el camino correcto y que también se vale ser feliz sin razón aparente.