21/10/2025
EL PAN DE ROMERO QUIERE RENACER… ¿LO PERMITIRÁN LOS LIDERAZGOS DE CADA ENTIDAD?
POR: DON MAQUI
Que Jorge Romero salió con el pecho inflado a prometer el nuevo amanecer del PAN, hablando de apertura, ciudadanía y modernidad digital. Que ahora cualquiera podrá afiliarse o incluso postularse desde una app, como si con eso se borraran décadas de cúpulas, padrones cerrados y candidaturas pactadas en sobremesa, el discurso suena bien, sí, pero la realidad política del albiazul es menos tecnológica y más biográfica: los mismos nombres, los mismos grupos, las mismas promesas recicladas de cuando “abrirse a la sociedad” significaba invitar a los mismos de siempre con otra corbata.
El PAN llega a este intento de relanzamiento con una historia que lo persigue, fue el partido que alguna vez representó la decencia y la eficiencia, pero que después del poder se volvió cómplice de sus propios vicios: alianzas sin sentido, dirigencias más preocupadas por la nómina que por las causas, y liderazgos que confunden la moral con la hipocresía, hoy Romero promete refundar la casa azul desde un discurso que suena a revolución, pero que podría quedarse en spot si no se limpia la casa desde los cimientos, porque de nada sirve la app si quien decide sigue siendo el cacique estatal o el amigo del gobernador.
El reto real no está en las descargas digitales, sino en la credibilidad, el ciudadano ya no se fía de las palabras grandes ni de los colores antiguos: quiere resultados, y el PAN solo podrá hablar de futuro si sus gobiernos actuales, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, se convierten en ejemplo de orden, eficacia y honestidad, de lo contrario, el azul quedará reducido a una nostalgia.
Romero dice que el PAN se abrirá, pero la apertura se demuestra con hechos: con candidaturas sin apellido, con militantes nuevos que no tengan que pedir permiso a los de siempre, con discursos que no suenen escritos por asesor de agencia, si el PAN no se sacude sus vicios internos, no habrá relanzamiento que alcance: será el mismo partido de siempre, disfrazado de modernidad.
El problema del PAN no es la falta de mensaje, sino de coherencia, en cada elección promete “renovar la política” y termina negociando con los mismos a los que jura combatir, en el fondo, lo que el ciudadano ve no es un partido en transformación, sino un club que aprendió a sobrevivir sin perder su membresía en el viejo sistema.