
19/09/2025
Hace 40 años el misterio volvió a teñir de rojo al lago cráter de .
Un 19 de septiembre de 1985 se registró por última vez este fenómeno natural que inspiró el nombre original de nuestra tierra: Yuririhapúndaro, “Lugar del lago de sangre”.
Ese mismo día, se sacudía con el devastador terremoto de la Ciudad de México, como si la naturaleza entera hubiera dejado una huella imborrable en nuestra memoria colectiva.
El fraile Matías de Escobar, en su obra Americana Thebaida, contaba que este lago tenía semejanza con el Mar Rojo y que sus aguas parecían no tener fondo, lo que mantenía a los pescadores alejados del centro.
Hoy, cuatro décadas después, recordamos que somos herederos de una historia llena de misticismo, tragedia y raíces profundas que siguen marcando nuestra identidad.