27/10/2025
| En Pachuca y municipios del estado, miles de familias siguen atrapadas en la pobreza extrema.
Pachuca, Hgo., 26 de octubre de 2025 – Hace unos días, el calendario marcó el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre; sin embargo, en Pachuca, como en la mayoría de los municipios del estado, esta conmemoración se siente más como un recordatorio de abandono, miles de familias viven en pobreza extrema, enfrentando calles sin pavimentar, viviendas en obra negra y la falta de oportunidades laborales que reflejan la desconexión de las autoridades con la realidad cotidiana de sus habitantes.
Los datos del Coneval confirman lo que se percibe a pie de calle. En Pachuca, 28.2% de la población vive en pobreza, con 2.3% en pobreza extrema; pero la situación no es exclusiva de la capital, en Tula de Allende, el 34% de la población se encuentra en pobreza, y 5% en extrema; en Tulancingo, 32% vive en pobreza y 3.8% en pobreza extrema; mientras que en Huejutla, el porcentaje asciende a 41% en pobreza y 7% en pobreza extrema. Estas cifras reflejan la persistencia de condiciones de marginación en distintas regiones, desde la zona metropolitana hasta los municipios más alejados del Estado.
En Pachuca el abandono se nota especialmente en colonias como San Miguel Cerezo, Camelia y La Estanzuela, donde la obra pública llega a cuentagotas. Sus calles, principalmente de terracería o empedrados antiguos, y viviendas con techos de lámina o cercas improvisadas, evidencian la precariedad que define la vida de sus habitantes; pero la marginación no se limita a a esta zona, colonias céntricas como La Raza, Cubitos, La Alcantarilla, Nueva Estrella y El Arbolito, así como comunidades de otros municipios, también muestran altos índices de pobreza.
A esta pobreza estructural se suma la crisis provocada por las intensas lluvias recientes, que afectaron a numerosas familias del Estado y pueblos enteros que lo perdieron todo. Hidalgo no solo enfrenta la pobreza institucionalizada por décadas, sino también los estragos de este último fenómeno meteorológico que agravan la vulnerabilidad de sus habitantes.
El empleo informal y precario, en albañilería y comercio, sigue siendo la principal fuente de sustento, mientras que el acceso a trabajos formales y bien remunerados permanece limitado. Frente a esta inacción Estatal, los vecinos recurren a la autogestión: microeconomías locales en la informalidad como venta de productos en banquetas, tianguis etc; son algunas de las soluciones adoptadas por las comunidades.
Sin embargo, estos esfuerzos son solo parches temporales ante un problema estructural que ninguna política pública ha logrado resolver, ante este panorama ¿cuáles serán las verdaderas políticas públicas que el gobierno emprenderá para mejorar las condiciones de vida de miles de familias? Las despensas y la ayuda humanitaria son necesarias, pero no pueden perdurar por siempre. El estado de Hidalgo siguen teniendo una deuda histórica con sus habitantes más vulnerables, y la conmemoración del 17 de octubre vuelve a evidenciar que los discursos, por sí solos, no transforman vidas.