15/11/2025
El Espejismo de la "Generaci贸n Z": Cr贸nica de un Fracaso Anunciado
Se nos prometi贸 la marea del futuro, el despertar de una generaci贸n. La tan esperada "marcha de la Generaci贸n Z" fue vendida como el momento en que los j贸venes, nativos digitales y pol铆ticamente conscientes, tomar铆an las calles para definir la agenda. La expectativa era alta, alimentada por hashtags y promesas de un cambio disruptivo.
La realidad, sin embargo, fue un ba帽o de agua fr铆a. Lo que presenciamos no fue un levantamiento juvenil; fue un rotundo fracaso que expuso una disonancia preocupante.
El primer y m谩s evidente s铆ntoma del fracaso fue demogr谩fico. 驴D贸nde estaba la Generaci贸n Z? Las im谩genes no mienten: las cabezas que marchaban pertenec铆an, en su abrumadora mayor铆a, a adultos. Vimos los rostros de siempre, las generaciones que ya han marchado mil veces, pero muy pocos de esos j贸venes de entre 18 y 25 a帽os que supuestamente eran el coraz贸n de la convocatoria. La generaci贸n que iba a liderar se vio superada en n煤mero por sus padres y abuelos.
La Vieja Pol铆tica Disfrazada de Juventud
Si la ausencia de j贸venes fue notoria, las t谩cticas empleadas fueron francamente delatadoras. La "autenticidad" y la "espontaneidad" que se asocian con la Gen Z brillaron por su ausencia, reemplazadas por las pr谩cticas m谩s rancias y predecibles de la vieja pol铆tica.
El acarreo masivo fue inocultable. La llegada de autobuses coordinados, la log铆stica de transporte y la distribuci贸n de refrigerios no hablan de un movimiento org谩nico, sino de una movilizaci贸n corporativa. Es un insulto a la inteligencia asumir que la Generaci贸n Z, conocida por su individualismo y su rechazo a las estructuras jer谩rquicas, responder铆a a un pase de lista.
Y luego estaban las banderas. En un movimiento juvenil aut茅ntico, uno esperar铆a ver una explosi贸n de creatividad: carteles hechos a mano, mensajes ir贸nicos, memes impresos. En su lugar, vimos miles de banderas prefabricadas, todas id茅nticas, salidas de la misma imprenta. Este detalle no es menor: anula la individualidad y grita "producci贸n en masa". Es la ant铆tesis del activismo digital y personalizado.
Un Fracaso Conceptual
Lo que fall贸 no fue solo la convocatoria; fall贸 el concepto. El evento del fin de semana no fue una marcha de la Generaci贸n Z, sino un intento fallido por usar el nombre de la Generaci贸n Z.
Los organizadores, evidentemente desconectados de la realidad juvenil, creyeron que pod铆an "producir" un movimiento social como quien produce un evento de marketing.
Subestimaron a los j贸venes. Creyeron que bastaba con ponerles una etiqueta moderna ("Gen Z") a las mismas t谩cticas de siempre (acarreo y propaganda uniforme) para que estos acudieran al llamado.
La Generaci贸n Z no se present贸, quiz谩s, porque es demasiado inteligente para ser utilizada como utiler铆a. Su activismo es diferente: es digital, es m谩s cr铆tico y, sobre todo, es al茅rgico a lo prefabricado.
El fracaso total de esta marcha es una lecci贸n valiosa: la legitimidad no se fabrica y una generaci贸n no se puede acarrear. Quienes intentaron colgarse de la vitalidad juvenil solo lograron exhibir su propia caducidad.