
25/07/2025
TLAHUELPUCHI: LA BRUJA QUE BEBE LA SANGRE DE LOS RECIÉN NACIDOS
Por Terror404
En el corazón rural de Tlaxcala y Puebla, entre sombras de magueyes y techos de lámina que rechinan con el viento, sobrevive una leyenda oscura y persistente: la Tlahuelpuchi, una bruja ancestral con raíces nahuas, capaz de transformarse en animales nocturnos para alimentarse de la sangre de los más vulnerables: los bebés lactantes.
¿MITO O REALIDAD?
La palabra Tlahuelpuchi proviene del náhuatl y puede traducirse como “la que brilla” o “la que emite luz”, en alusión a las extrañas luminiscencias que los testigos aseguran ver antes de sus ataques. Es una entidad femenina en su mayoría —aunque algunos relatos mencionan varones— con poderes heredados por linaje, atados a un pacto familiar irrompible. Una vez que se manifiestan sus dones, a menudo en la pubertad, la Tlahuelpuchi queda condenada a asesinar para sobrevivir.
Los cronistas de lo inexplicable cuentan que por las noches esta bruja se desprende de sus piernas, oculta su cuerpo en el monte, y en forma de pájaro, murciélago o incluso bolas de fuego, entra a las casas para buscar a sus víctimas. Hay quienes aseguran que se alimenta únicamente del primer hijo varón, otros sostienen que su sed se intensifica durante la luna llena.
UN PELIGRO QUE NO PUEDE SER DENUNCIADO
En comunidades rurales de Tlaxcala —especialmente en municipios como Huamantla, Terrenate o Cuapiaxtla— los relatos de tlahuelpuchis no son motivo de burla, sino advertencia. Existen registros orales y escritos desde el siglo XIX hasta la actualidad, donde se reportan muertes inexplicables de infantes: sin signos de violencia aparente, pero con rastros de hematomas en el cuello o marcas de succión en el pecho.
Muchos habitantes consultan curanderos o parteras especializadas en “limpias nocturnas” y “sellados del ombligo” para proteger a sus hijos. Algunos colocan tijeras abiertas bajo la cuna, clavos bendecidos o imágenes de santos invertidos como defensas. La medicina legal a menudo registra estos casos como muerte de cuna (Síndrome de Muerte Súbita Infantil), pero los ancianos del lugar no tienen duda: “fue la bruja, la que vino por él.”
CAZADORAS DE SANGRE: LA RESISTENCIA INVISIBLE
Las tlahuelpuchis no solo matan. Se ocultan entre los vivos. Pueden ser la vecina solitaria, la partera silenciosa, la anciana que mira fijamente desde la banqueta. Tienen prohibido confesar su identidad, so pena de muerte por parte de sus iguales. Pero existen rituales de protección, misas a medianoche y conjuros en lengua náhuatl que, según se dice, pueden mantenerlas a raya... al menos por una noche más.
¿LEYENDA O REALIDAD?
Para los escépticos, se trata de un relato heredado del miedo, de la desesperación ante la muerte inexplicable de un hijo. Para los pobladores que aún duermen con un rosario entre las manos y una cruz de ocote en la puerta, la tlahuelpuchi sigue volando cada noche, buscando su próxima víctima.
Y tú, ¿dejarías a tu bebé solo esta noche?