02/12/2025
El 10 de enero de 1992, en plena tormenta en el Pacífico Norte, un barco perdió un contenedor con casi 30,000 patitos, ranas, castores y tortugas, todos de goma.
Todos cayeron al mar… y comenzó una de las travesías más increíbles jamás registradas. 🐤🌍
Lo que parecía un simple accidente se transformó en un experimento científico sin precedentes.
Impulsados por las corrientes, los animalitos de goma viajaron miles de kilómetros, cruzaron océanos, bordearon continentes y aparecieron en playas de Alaska, Japón, Hawái, Australia… y hasta el Atlántico Norte. 😱
Cada hallazgo era una pista.
Cada patito encontrado era un punto de datos.
Y así, gracias a estos juguetes flotantes, los oceanógrafos pudieron mapear con precisión las corrientes del Pacífico como nunca antes. 🌬🗺️
El oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer recopiló todos los reportes y lo llamó:
“El mayor experimento accidental del océano.”
Hoy sabemos que algunos patitos dieron vueltas completas durante años, atrapados en un gigantesco vórtice. Otros escaparon y llegaron tan lejos que sorprendieron a toda la comunidad científica.
Incluso cruzaron el Ártico hacia el Atlántico. ❄➡🌊
Lo que empezó como un accidente terminó revelando cómo se mueve realmente el océano.
Un ejército de patitos amarillos que cambió la ciencia para siempre. 💛🔬