29/10/2025
Una mañana cualquiera en Ciudad de México, diciembre de 2005.
Antonio Zúñiga vendía CDs en el mercado, sin saber que su vida estaba a punto de volverse una pesadilla.
De repente, la policía lo rodeó.
“Estás arrestado por asesinato.”
Antonio no entendía nada.
“¡Se equivocan de persona!”, gritó.
Pero nadie lo escuchó.
Las pruebas no lo incriminaban. La prueba de pólvora salió negativa.
Aun así, lo condenaron a 20 años de prisión basándose en el testimonio dudoso de un solo testigo.
Un abogado que no movió un dedo. Un sistema que ya lo había sentenciado antes del juicio.
Pasaron los años… hasta que en 2008 dos abogados, Layda Negrete y Roberto Hernández, descubrieron su caso y decidieron exponer la verdad.
Con cámaras, grabaron cada audiencia, cada injusticia, cada silencio que lo mantenía preso.
De esa lucha nació el documental “Presunto Culpable”, estrenado en 2011.
El país entero quedó en shock.
México vio, por fin, cómo funciona su sistema de justicia… y cómo puede destruir vidas.
Gracias a la presión pública, Antonio fue liberado.
Había perdido años, pero recuperó su libertad… y encendió una conversación nacional sobre la verdad y la justicia.
Su historia sigue viva como una advertencia:
A veces, no basta con ser inocente.
Hay que pelear para que la justicia quiera verte.