21/09/2025
Yesterdays stories
El payaso del bosque
Terror turístico
Había una vez un tranquilo pueblo rodeado por un frondoso bosque. La gente solía disfrutar de paseos y picnics en ese lugar, pero nadie se aventuraba demasiado profundo debido a las inquietantes historias que se contaban sobre un siniestro payaso que acechaba entre los árboles.
Se decía que este payaso malvado, conocido como "Carnicero", vagaba por el bosque en busca de niños desprevenidos para llevarlos consigo y desaparecer sin dejar rastro. Los aldeanos, aterrorizados, hablaban de oír risas escalofriantes en la distancia y de ver destellos de su rostro pálido y grotesco entre los árboles.
Un día, una valiente niña llamada Sara decidió desafiar las advertencias y explorar el bosque en busca de aventuras. Su curiosidad superó su miedo y se adentró en el oscuro bosque. Caminaba con precaución, con los ojos bien abiertos y los oídos alerta ante cualquier sonido inusual.
De repente, Sara escuchó una risa espeluznante. Se detuvo, su corazón latía con fuerza. Se escondió detrás de un árbol y trató de controlar su respiración, pero era inútil. El sonido de las risas se acercaba cada vez más.
Entonces, una figura sombría emergió de entre los árboles. Era el temido Carnicero, vestido con su traje de payaso desgastado y una sonrisa siniestra pintada en su rostro. Sara estaba petrificada de terror mientras el payaso se acercaba lentamente.
El Carnicero se abalanzó sobre ella, intentando atraparla. Pero Sara, impulsada por el miedo y la adrenalina, logró esquivarlo y correr en dirección opuesta. El payaso la persiguió incansablemente, riendo con malicia mientras intentaba atraparla.
La niña se adentró más y más en el bosque, pero el Carnicero no parecía cansarse. Sara sabía que no podía escapar de él, así que se detuvo y buscó desesperadamente algo que pudiera ayudarla. Fue entonces cuando vio una rama afilada en el suelo.
Sara agarró la rama y, con un grito de valentía, se enfrentó al payaso. Lucharon ferozmente, y la niña logró herir al Carnicero en el brazo. El payaso aulló de dolor y retrocedió, dando a Sara la oportunidad de escapar.
Corrió lo más rápido que pudo, pero el bosque parecía interminable. Finalmente, agotada y sin aliento, la niña emergió del bosque y regresó al pueblo. Las personas quedaron sorprendidas y horrorizadas al ver su estado. Llamaron a la policía y contaron lo sucedido.
Una búsqueda se organizó en el bosque, pero no se encontró rastro del Carnicero. Parecía haberse esfumado en la oscuridad. Sin embargo, la niña llevaba consigo una cicatriz en su memoria y un profundo temor en su corazón.
Con el tiempo, la historia de Sara y el Carnicero se convirtió en una leyenda local. Los niños del pueblo escuchaban con atención los cuentos de sus padres y abuelos, prometiendo nunca aventurarse demasiado lejos en el bosque.
Pero Sara nunca volvió a ser la misma después de aquel encuentro. Las risas del Carnicero seguían atormentándola en sus sueños y la imagen de su rostro pálido y retorcido no se desvanecía de su mente. A pesar de haber escapado con vida, su vida quedó marcada por la tragedia de aquel fatídico día en el bosque.