09/12/2025
🧠 “Depresión” o falta de vitamina D: lo que nadie te revisa
“Te voy a decir algo muy fuerte…” dice la nutrióloga Beatriz Bullosa, y se avienta el balazo:
muchos casos diagnosticados como depresión y ansiedad, antes de llenarse de antidepresivos y ansiolíticos, deberían pasar primero por un estudio de vitamina D, vitamina B12 y revisión de microbiota.
Porque no, no es normal vivir cansado, irritable y sin energía.
Eso no es “así es la vida adulta”. Eso es tu cuerpo gritando que algo no está bien.
Bea cuenta que más del 80% de sus pacientes llegan con deficiencia de vitamina D, y muchísimos con B12 bajísima. Gente que se siente “rebasada”, sin ganas de hacer nada, pensando que les falta disciplina… cuando en realidad les falta gasolina a nivel celular.
Además, si tu microbiota está hecha pedazos (mucho antibiótico, mala dieta, estrés crónico), no absorbes bien los suplementos ni los alimentos. Puedes tomar “lo mejor del mercado” y aun así seguir sin energía, sin memoria, sin buen sueño y con el ánimo por los suelos.
Ella lo resume así:
🔹 Primero: estudios de sangre (vitamina D, B12, hierro, tiroides, glucosa, lípidos).
🔹 Luego: arreglar microbiota (fibra, granos enteros, frutos rojos, leguminosas, fermentados, menos ultra procesados).
🔹 Y solo después, si hace falta, pensar en medicamentos psiquiátricos.
La vitamina D actúa más como hormona que como vitamina. Se fabrica con el sol, depende de tu microbiota y hasta puede quedar “atrapada” en la grasa corporal. Niveles bajos se asocian con peor estado de ánimo, menos energía y peor calidad de sueño.
En un mundo donde casi todo se quiere arreglar con una pastilla, a veces el inicio está en algo tan simple (y complejo) como comer mejor, suplementar lo que falta y conocer tus niveles en sangre.
Fuentes
• Episodio de Cracks Podcast con Beatriz Bullosa y Oso Trava
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