14/03/2025
|| ⭕ "MANUEL", SOBREVIVIENTE DE TEUCHITLÁN,
NARRA EL HORROR QUE VIVIÓ 🗣️🗯️
Agencias
El hallazgo del Rancho La Estanzuela en Teuchitlán, Jalisco, ha revelado uno de los centros de reclutamiento y exterminio más brutales en la región. Entre los testimonios que han surgido tras la transmisión en vivo del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, está el de un joven que logró escapar.
A continuación el testimonio de uno de los sobrevivientes.
"Manuel", fue engañado con una oferta de trabajo en la Nueva Central Camionera de Guadalajara y llevado a este lugar sin saber a dónde iba. Pasó su primer mes de cautiverio en La Estanzuela, donde jóvenes como él eran sometidos a pruebas de iniciación antes de ser enviados a distintas plazas del crimen organizado.
🗣️ "Ahí nos tenían castigados, sin comida, sufriendo con el sol, el estrés y los golpes. A muchos los mataban. Había hornos crematorios clandestinos, donde metían los cuerpos después de desmembrarlos. Antes de cremar a alguien, lo cortaban en pedazos y los echaban en pozos que nosotros mismos cavábamos."
El rancho estaba abarrotado de muchachos, tanto que dormían hacinados, unos sobre otros. Las pilas de ropa y zapatos encontradas en el lugar eran de los reclutas, quienes al llegar dejaban sus pertenencias en bolsas negras, aunque nunca las volvían a usar.
El testimonio de "Manuel" también confirmó que muchas mujeres cayeron en la misma trampa. En el campamento tenían un área separada, donde podían bañarse, aunque su destino era incierto.
Dentro del predio, los mismos reclutas construyeron un altar a la Santa Muerte, con imágenes que les permitían colocar sus captores.
🗣️ "Los hornos que encontraron son los más viejos. Al fondo hay más, y todo el rancho está lleno de fosas con restos carbonizados."
El testimonio de este sobreviviente confirma lo peor: La Estanzuela no era solo un campo de entrenamiento. Era una trampa mortal.
Y aunque las autoridades estaban enteradas de todo lo que sucedía en el lugar, nunca actuaron, pues están coludidas con el crimen organizado.
OTRO TESTIMONIO DE JOVEN RECLUTADO POR CJNG: “ÉRAMOS MÁS DE 200″
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“La escuelita del terror”. Así fue como los jóvenes que fueron reclutados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) llamaban al Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, donde fueron hallados restos humanos, prendas de vestir, cartas y otros objetos que indican que en el lugar eran privados de las libertad y cremados cientos de personas.
En entrevista radiofónica con Manuel Feregrino, Navarro compartió que uno de los jóvenes que salió del Rancho Izaguirre le contó que cuando estuvo en el adiestramiento había 200 personas, quienes tenían que enfrentarse a condiciones infrahumanas y enfrentarse a ejercicios para demostrar su fuerza y capacidad para pasar a una siguiente etapa (en total eran tres).
“Esta finca ya tenía poco más de tres años operando, me comentan estos jóvenes porque eran de diferentes años que estuvieron ahí. Que le decían ‘la escuelita del terror’. ¿Qué hacían? (Los instructores) les hacían pelear entre ellos, para ver quién tenía más fuerza (...) Muchos no aguantaban el adiestramiento, unos por simplemente quejarse los mataban, otros porque de plano no aguantaban caían y morían, y nosotros teníamos que hacer agujeros, unas fosas, poníamos una cama de piedras o ladrillos, les echábamos gasolina lo que se pudiera para que prendiera, se usaba una, dos, tres veces y se tapaba”, compartió Indira Navarro sobre lo que le contaron que pasaba al interior del terreno.
El Rancho Izaguirre era -según este testimonio- la fase inicial del adiestramiento de los jóvenes que eran reclutados por el CJNG. Ellos recibían un pago, sin embargo, se les descontaba por la comida y para solventar otros gastos.
Cuando los reclutados “la libraban” eran puestos a prueba en el campo de batalla y los enviaban a Zacatecas y Michoacán, entidades donde la presencia del cártel de las cuatro letras se ha hecho más visible por los enfrentamientos con grupos antagónicos por el control de la zona. En caso de sobrevivir en este nuevo escenario, la última fase consistía en un adiestramiento realizado por ex militares colombianos y “kaibiles”, soldados del Ejército de Guatemala.
“Un joven me dijo: si la librabas ahí (en la escuelita) te mandaban a la guerrilla, a Zacatecas, Michoacán, las colindancias, y si tu llegabas a librarla ya era cuando matabas a alguno de ellos era cuando salías.
Ese (rancho) era el kínder apenas, después de graduarte te mandaban a la prueba que era irte de sicario con armas de verdad con todo a la pelea, como carne de cañón, si se querían deshacerse de ti te mandaban a lo más feo, si tú llegabas a salir de ahí ya pasaste al segundo nivel”, dijo Navarro en la entrevista para Radio Fórmula.
La ubicación de uno de los espacios donde cruzan la última etapa de la enseñanza está ubicada a cuatro horas y media de la zona metropolitana de Jalisco, en la zona montañosa de la entidad.