22/10/2025
Entraron a mi oficina a decirme que don Francisco (el conserje que estaba cubriendo al de la limpieza) tenía más de 30 minutos sentado en el break room, y los descansos son de 15 (cada dos horas). Y le dije: "seguro se siente mal, al rato hablo con él", y seguí en lo mío.
A los 5 minutos llega otra persona y me dice lo mismo, pero ustedes saben, no me lo dijeron con preocupación por el señor, sino con coraje.
Me levanté de mi oficina y salí al break room, y vi a don Francisco de espaldas, con las manos en la cara. Le pregunté si se sentía bien. Me dijo que sí y se levantó con miedo de que lo regañara. Le dije que se volviera a sentar, que solo quería saber si estaba bien, y me confesó que le había dado un pequeño ataque de ansiedad y estaba tratando de retomar el aire.
Le dije que se quedara ahí hasta que se sintiera mejor.
A los 10 minutos llega otra persona y me dice "Francisco no ha sacado la basura y falta rollo de papel en el baño, ¿el señor se va a tomar una hora de break o qué?", y fue cuando me colmaron la paciencia. Le dije que me esperara tantito y le llamé a las personas anteriores que vinieron con el chisme para decirles lo siguiente:
«Don Francisco tiene 26 años en la compañía, es viudo, perdió un hijo hace un año, para llegar aquí cruzó la selva, el río, y sirvió en el ejército para sacar ciudadanía. Defendió Kuwait en 1990, es veterano de guerra y vivió muchas cosas que ninguno de nosotros soportaría ver. Donó un riñón, lo han operado tres veces. Es un señor de 58 años. Ha hecho más por este lugar que cualquiera de nosotros, y no es por hacerlos menos a ustedes, lo digo incluyéndome. El tiempo en una compañía cuenta y es honorable. Si lo ven sentado, déjenlo en paz. Si falta papel, díganme a mí, yo voy y lo pongo, yo puedo cubrir al de limpieza mientras no está o ustedes lo pueden cubrir también. ¿Hay voluntarios? ¿No? Bueno, yo lo cubro, pero dejen que don Francisco recupere el aire. Esta es una compañía donde cualquiera que se ponga mal, puede sentirse a salvo, y ya olvídense de "este no hizo esto y este no está haciendo lo otro", yo tengo acceso a las cámaras, yo los veo, yo superviso, yo sé lo que pasa. Cuando algo malo ocurra, yo me daré cuenta.
Desde entonces nadie se ha metido a mi oficina para quejarse de don Francisco, que a veces dura más en los breaks, en los baños y se queda quieto por ratos.
Sería el colmo que este hombre no lograra nunca encontrar la paz.