07/08/2023
Fue desgarrador lo último que le escuché decir: -La vida jamás será como quieres, es una perra que se ensañara con darte lo que no quieres y te quitara lo que te haga sentir estable.
Y fue muy triste porque cada consejo que el me daba efectivamente me han ayudado a entender porque pasan ciertas cosas, como cuando de chico me sentía decepcionado de mis amigos porque yo confiaba en ellos y les contaba cosas serias e importantes para mí y ellos se reían con otros chicos mientras se las contaban, esa tarde me senté en la banqueta afuera de la casa y mi abuelo me preguntó que pasaba, le conté lo que esos chicos hicieron y lo mal que me hacía sentir que yo los consideraba mis amigos, el se sentó a mi lado y me abrazo mientras me decía:
-La regla número 1 de la vida debe ser que no confies en nadie, nadie es verdaderamente digno de confianza, ni tú mismo, ya que hasta tú mismo te fallas, cuántas veces haz dicho hoy no voy a comer golosinas, y corres a esconderte detrás del sillón y te comes una, pasa una hora y sacas otro dulce del tarro de tu abuela y te comes otro, te he mirado cuando lo haces, eres solo un pequeño pero estás conductas las tenemos siempre a lo largo de la vida y si no quieres ser decepcionado por los demás no tengas espectativas de nadie.
Yo no entendía esto hasta tiempo después cuando en la preparatoria había una chica ¡que me encantaba! solía llevar el cabello suelto con una diadema y ondulaba siempre en el aire con sus pequeños brinquitos que daba al caminar casi de puntitas, como me encantaba esa chica!!
Un día tome valor y la invite a salir y me miró y sonrió preguntando si nos conociamos, le dije que si, de la clase de inglés, soltó una risita y dijo que nos veríamos en la cafetería de la Avenida 3, un lugar muy visitado por los jóvenes en esa época, le dije emocionado que estaría ahí a las 6 me fui feliz con el corazón casi saliendo de mi pecho de la emoción, con una sonrisa que no me cabia en la cara, me encontré con Saúl, un compañero de Física, me pregunto que porqué estaba tan sonriente, y le conté todo y me dio unas palmaditas en la espalda y me llamo suertudo, corrí a la casa para bañarme y arreglarme para la tarde.
Al llegar a la cafetería minutos antes de lo acordado, vi con sorpresa que ahí se encontraban también Saúl y otros compañeros de la escuela, los salude y fui a buscar una mesa, estaba nervioso, y jugueteaba con el listón que tenía amarrado el ramo de flores que le había comprado a Lucia, hasta su nombre me encantaba, lo repetía en mi mente mientras recordaba como le ondula el cabello en el aire, cuando sonaba despierto mire que llegaba y al entrar en el lugar iluminaba todo a su alrededor, o al menos así me parecía a mí, con su figura tan esbelta y fina, tan suave tés que parecía de una muñeca de porcelana y esos ojos verde aceituna que eran tan enormes como hermosos... creo que de ahí me clave, y su sonrisa, parecía de revista, y sus movimientos tan resueltos, era tan popular, saludaba aquí y allá, cuando por fin me vio y me sonrio... a mí! y aproximaba cuando la interceptó un amigo de Saúl, Paco! el más pedante del grupo, no sé que tonterías le decía que ella puso cara de molestia, entonces me levanté y me acerque, le dije que la estaba esperando, y le di las flores, ella sonrió y me dijo que no debí... Paco se interpuso entre los dos y me dijo: "Qué no ves que estamos hablando?!" le contesté: "No, yo solo vi que la estás molestando" Me aventó y comenzó a decir tonterías: "¿Te sientes héroe que viene a rescatarla?, ¿en serio crees que ella quiere salir contigo, pobre im***il? ¡ella solo accedió a tu propuesta por lástima!"
La mire y ella solo se agachó, su sonrisa desapareció, el brillo en sus ojos también se marchó, "¿Eso es cierto Lucy?" le pregunté, ella no dijo nada, se quedó agachada, "gracias por las flores, de verdad no debiste..."
salí de inmediato del lugar mientras oía a mis espaldas la risa de todos, ¿Cómo pudo haberme hecho eso?
¿Porqué no dijo que no? ¿Porqué jugó conmigo?
Que frustración y mezcla de sentimientos tenía, me ilusione, me sentí casi haciéndola mi novia, soñé tomarla de la mano y decirle todo lo que sentía por ella y como me encantaba, pero todo fue solo una estupidez mia, porque ella jamás dijo que nada, más que nos veríamos en cafetería, todo lo demás me lo cree yo, ahí entendí las palabras de mi abuelo, no tengas expectativas de nadie, porque te decepcionas tú mismo, los demás no te hacen cosas, hacen cosas que tú te tomas personal, que tú decides si te afectan o no, esa noche lo entendí, y le di las gracias al abuelo, y tiempo después cuando me dijo que la vida era una perra, sabía que cada etapa de mi vida se llevaría trozos de mi si no ponía atención a mis decisiones, los mejores consejos de mi vida. Gracias Abuelo, hoy te despido con amor.