17/05/2025
⚠️ Denuncia Anónima ⚠️
Quiero compartir algo que sucedió ayer en pleno centro del pueblo de tlatlauquitepec, y que me deja una profunda preocupación y tristeza.
Una persona intentó meterse a mi casa. Al no poder, entró a la casa de mis vecinos causando destrozos. Nadie sabía quién era, y la vecina estaba muy asustada. Salí corriendo al portal de abajo a pedir auxilio a la policía (que estaba a unos cuantos metros). Mi familia y yo marcamos insistentemente a la comandancia, pero nunca hubo respuesta.
Solo encontré a un policía. Le pedí ayuda y, aunque al principio se rehusaba porque “no tenía apoyo” y “estaba solo”, terminó accediendo. Caminó unos metros hasta el lugar, pero una vez ahí se quedó parado sin hacer nada, solo pidiendo apoyo a sus compañeros. La patrulla tardó más de una hora en llegar, mientras el tipo seguía encerrado en la casa de mi vecina.
Cuando por fin llegaron más personas, el intruso se lanzó del segundo piso y desde el techo empezó a aventar tejas a la calle. Luego huyó, y el policía lo siguió sin refuerzos. Se metió a otra casa. Pasó casi una hora hasta que finalmente llegó una patrulla, lo detuvieron... y aun así, las personas intentaban justificarlo diciendo que tiene una adicción.
Aquí hay dos cosas que me duelen:
1. La justificación de que “está enfermo” no borra el hecho de que nos puso en riesgo. Una persona bajo el efecto de sustancias puede causar un daño real, y no podemos vivir con miedo esperando que un día sí pase algo grave.
2. La respuesta policial fue ineficaz. Si esto pasó en el mero centro, ¿qué podemos esperar en las comunidades más alejadas? Es muy grave que no haya auxilio inmediato, que haya solo un policía sin apoyo, que tarden más de una hora en llegar, que se minimice el peligro.
Esta no es la primera vez que esta persona entra a mi casa. Siempre lo dejan libre. Hoy me pregunto: ¿qué tiene que pasar para que sí hagan algo? ¿Qué más necesitamos para que se nos tome en serio?
No hay ley. No hay justicia. No hay seguridad.
Y eso, da miedo.
́gico