
10/08/2025
Cuando la fe duele… es porque la estás viviendo de verdad.
Duele esperar una respuesta que no llega.
Duele seguir confiando cuando todo parece perdido.
Duele orar con lágrimas y sentir que el cielo guarda silencio.
Pero ese dolor no significa que Dios esté lejos…
significa que tu corazón sigue aferrado a Él, incluso en la oscuridad.
Jesús nos recuerda hoy que no necesitamos una fe perfecta…
sino una fe como un granito de mostaza: pequeña, pero viva; frágil, pero auténtica.
Y aunque la montaña no se mueva hoy… quizás Dios te está moviendo a ti, paso a paso, hacia su corazón.
📖 Mateo 17, 14-20
💬 Escribe en los comentarios: “Señor, aunque duela… confío en Ti”.