26/06/2025
Existe una leyenda respecto a unos cuadros de niños que lloran, todo comenzó cuando el pintor de estos cuadros conocido como Giovanni Bragolin, le vende su alma al diablo para garantizar el éxito de sus pinturas.
A cambio de este pacto, las pinturas estarían malditas y causarían desgracia a quien sea que colocara alguna de ellas en su casa.
El primer incidente ocurrió en un orfanato, donde Giovanni había pintado a uno de los niños para después obsequiarle el cuadro a la institución.
Tiempo después el fuego arrasó con el orfanato y todos quienes lo habitaban murieron, incluyendo al niño del cuadro. Lo más escalofriante de esta tragedia es que entre las cenizas pudieron encontrar la pintura intacta del niño llorando, la cual alberga su espíritu.
Entre la década de los 70's y los 80's, incontables desgracias relacionadas con estos cuadros comenzaron a surgir. Siempre terminaba la casa en cenizas pero los cuadros intactos.
Uno de los desgarradores testimonios es el de Rose Farrington, quien asegura que desde uno de los cuadros llegó a sus vidas, ella perdió a sus tres hijos y a su esposo. Eran demasiadas personas las afectadas, que incluso en el periódico “The Sun” pidió a sus lectores que les mandaran este tipo de cuadros a su base, para así poder quemarlos bajo la supervisión de los bomberos.