
03/08/2025
Hoy por la mañana escuché a un político decir que “ya no hay desigualdad”… y me quedé pensando:
¿Entonces por qué hay tantas personas viviendo en pobreza, sin acceso a servicios básicos, sin oportunidades reales?
La desigualdad no desaparece solo porque alguien lo diga.
Se ve en las colonias marginadas, en los niños que no pueden estudiar, en quienes trabajan todo el día y aún así no les alcanza para vivir dignamente.
Decir que ya no hay desigualdad es cerrar los ojos ante la realidad de millones.
No podemos normalizar el sufrimiento de tantos, solo porque a algunos ya les fue bien.
Quizá en sus cifras todo luce parejo, pero en las calles la realidad es otra.
La desigualdad no se elimina con discursos, se combate con acciones reales, con voluntad y con empatía hacia quienes más lo necesitan.
Mientras algunos niegan lo evidente, muchos seguimos creyendo en un futuro más justo. Porque sí, el cambio es posible… pero empieza por reconocer la verdad.