09/08/2025
🔴Armagedón
⚠️Agrietado el trono de Morena
“Jesús respondió: —El que moja su pan en el mismo plato que yo, es el que me traicionará—”
Mateo 26:23
Por Alfredo A. Calderón Cámara// ||
En la Jerusalén política de la 4T, los muros del templo comienzan a resquebrajarse. No es un temblor externo el que amenaza su caída, sino un terremoto interno que nace en su altar mayor: la dirigencia nacional de Morena. Allí, en la cúspide donde debería reinar la unidad, dos tronos se disputan el incienso y la corona: Luisa María Alcalde, sacerdotisa de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Beltrán, el heredero de sangre y testamento
Y como en las visiones de Juan en la isla de Patmos, los jinetes cabalgan; pero, no hacia la victoria, sino hacia un campo de batalla donde el enemigo no es la oposición, sino el hermano de armas. La grieta ya no se oculta. Como en las profecías, el conflicto que empezó con murmullos en pasillos y sonrisas tensas ha mutado en guerra abierta
Lo que empezó como un forcejeo por el control de estructuras, candidaturas y lealtades, se ha convertido en un duelo de egos y traiciones No es un debate de ideas: es una lucha por el cetro del partido y el mapa de las candidaturas de 2027, una batalla donde la cortesía política ha sido degollada y colgada en la plaza pública. El último capítulo de esta contienda en el Consejo Político Nacional olió a intriga palaciega
Una lucha descarnada del poder por el poder. Andy —como lo llaman sus fieles— avisó con tiempo que se ausentaría, sintiéndose la reencarnación de Sh**un volaría a Japón para alejarse unos días de la arena política. Luisa María, en un gesto de aparente benevolencia, dio su venia. Pero cuando el heredero estaba cruzando el Pacífico, la presidenta movió sus piezas: convocó al Consejo Nacional justo para las fechas en que sabía que su rival estaría ausente
No solo eso. Como si se tratara de un perverso rito de humillación, Luisa María colocó la silla con el nombre de Andrés Manuel como un epitafio y como una tumba reservada la dejó vacía bajo las luces y las cámaras, su ausencia brilló y cual beso en Getsemaní se convirtió en un símbolo. Fue el beso de Judas: calculado, público, irreversible. Desde tierras niponas, el hijo del Tlatoani ardió de ira al sentir la pira bajo sus pies
No solo acusó la trampa, sino que sospechó la filtración de su itinerario, como si la traición hubiera ido más allá de lo táctico para convertirse en una exhibición deliberada. En su círculo más íntimo, la palabra “puñalada” se repetía en su mente como un mantra. Lo que empezó como una disputa por las estructuras territoriales ha entrado en la etapa del ojo por ojo, del todo o nada
Luisa María Alcalde, susurran las sombras del partido, ha jurado lealtad a Sheinbaum y cuenta con el respaldo de Palacio Nacional para consolidarse como dueña y señora de Morena. Andy, en cambio, representa la vieja herencia: el apellido López Obrador como llave de acceso y amenaza de veto. Pero en esta guerra santa no hay pactos de paz. El 2027 se asoma como un botín de proporciones bíblicas: 17 gubernaturas, el Congreso federal, cientos de alcaldías y congresos locales
Entendamos: demasiado poder para dejarlo en manos de un solo bando. El Sh**un tropical lleva más de un mes sin pisar la sede nacional. Su silencio es un presagio: en política, el que se ausenta demasiado por andar de “shopping” o regresa con el yoroi, el kamon, el menpō y el sable desenvainado o no regresa. Y así, mientras la 4T se proclama invencible hacia afuera, adentro la mesa del banquete está partida en dos
Ubiquemos: el heredero del testamento lopezobradorista lleva desaparecido de la sede nacional: no es retiro, es herida. Y toda herida en política, si no se cierra, se infecta. Morena en su ADN, lleva un mensaje bíblico: “Todo reino dividido contra sí mismo será asolado”. Y si esta fractura no se cierra, las plagas de la división, la traición y el desgaste devorarán lo que la 4T levantó, recordemos, en Morena las puñaladas si son reales
México entero observa que dos jinetes cabalgan por el mismo territorio, pero con sus espadas apuntando al otro. El destino del reino dependerá no sólo de quién gane, sino de cuánto quede en pie después de la batalla. En Morena no hubo principios de dolores ni Gran Tribulación y ya empezó el Armagedón. Y no es la derecha quien toca el shofar. Los siervos ya eligen a qué señor servir, y el incienso del altar se mezcla con el olor acre de la traición
En el Apocalipsis morenista que se avecina, uno quedará de pie sobre las ruinas y el otro será devorado por las fieras que él mismo crió. La pregunta ya no es quién tiene la razón. La pregunta es quién sobrevivirá para sentarse en el trono cuando la última trompeta suene; ya que es del dominio público que hoy por hoy está agrietado el trono de
▶️Séptimo sello
Lo que se ve no se juzga: en la 4T, la batalla ya no es sólo de ideas o ideales, sino de herencias y tronos. Luisa María Alcalde ya juega en el tablero de Claudia Sheinbaum, moviendo fichas desde Palacio Nacional para blindar su liderazgo y aislar al hijo del fundador. No es alianza: es sucesión anticipada
▶️Séptima trompeta
Andy “el Sh**un tropical” no pelea sólo por un cargo, pelea con uñas y dientes por el apellido. Y ese apellido, en política, es un arma o una carga. Recuerde que la sangre política que se derrame ahora decidirá quién reparte las coronas con miras al 2027. Sheinbaum y Alcalde quieren las llaves; Andy quiere el testamento
▶️Séptima copa
La máxima dice y dice bien: “Santo que no es visto, no es adorado”. Su ausencia de más de un mes ya no es vacaciones: es el silencio del traicionado que afila la espada. Dentro de Morena, ya no hay corrientes: hay trincheras. Y en esas trincheras, el heredero se sabe cercado por un bloque que no sólo lo quiere fuera del partido: lo quieren fuera del futuro. El juego terminó y de ser de compañeros; ahora, entró en su etapa de supervivientes. Al tiempo