11/04/2024
Tengo muchos sueños y motivos también, para desear semejante cargo; al igual que todos los que aparecen en la TV. Excepto que yo quisiera ser un presidente muy distinto, por lo cual enlistaré mis argumentos…
Quisiera llegar a la silla presidencial, pero no por el 33% de votos, ni el 50%. Sino con un 100%, porque solo eso demostrará el aprecio de mi pueblo.
Quisiera ser presidente de la República, pero no recibir sueldo. Bueno, quizá sí, pero solo deseo mi pago como profesionista o como obrero, quizá.
Quisiera un gabinete de primera, es decir, con genios, intelectuales, profesionales cultos, hombres de ciencia, hombres de letras y todos esos personajes que nos hacen sentir orgullosos. Solo necesito unos cuantos, y en México hay muchos.
Quisiera ser un presidente y producir. Que en las universidades se produzcan libros, intelectuales e ideas revolucionarias. Que en el campo se produzca el alimento, como hace muchos años, y alimentar a mi gente por lo menos con un plato de frijoles porque eso ya es suficiente. Que en las industrias se produzca con calidad, con innovación, pero con mucha conciencia del medio ambiente.
Quisiera ser un presidente que salga a la calle sin guardaespaldas, sin que los diarios me persigan para preguntarme de mi último negocio que realicé a escondidas.
Quisiera ser presidente, pero que los pueblos visitaran mis aposentos y platicaran con ellos de sus problemas con una taza de té, hasta quedar cansado… pero después aportar una solución.
Quisiera terminar con el crimen organizado, pero no reorganizándolo, ni siquiera usando armas. Quisiera primero organizar y educar a mi familia. Luego a los maestros, después a los directivos de la educación y por último a los alumnos.
Quisiera hacer una evaluación estricta a cada persona que se sienta capaz de educar a un niño, un adolescente, un universitario. Porque no pondré en las manos de una persona mediocre parte del futuro de este país…
Quisiera, como presidente, aprender de otros países y solicitar que nuestros paisanos y cerebros que están en el extranjero regresen para aprender de ellos. Obtener la paciencia y la metodología japonesa, el impulso a la producción de China, de los innovadores finlandeses y muchos más…
Que los niños y jóvenes de 10 años obtengan una beca del 100% durante toda su carrera, porque ellos fabricarán soluciones y serán una esperanza. Pero también enseñarles a que cumplan como caballeros y ciudadanos de su país.
Quisiera ser un presidente que tenga honor, fe, amor, bondad, tenacidad y todos los valores morales posibles que puedan inculcarse en cada institución, en cada casa, en cada pueblo, en cada niño.
Quisiera ser presidente, revolucionario o inventor, como Benito Juárez, Emiliano Zapata, José María Morelos, Mario Molina, Guillermo González, Carlos Fuentes… que mi nombre se escriba en avenidas, en escuelas, en teatros, en edificios, en calles, pero sin haber muerto…
Quisiera ser presidente, pero me conformo con ser un campesino y ganar el sustento día a día. Esperar durante la tarde, en mi pequeño radio, la noticia de que el destino del país ha cambiado. Que por fin en mi país la gente se rija por el honor y la verdad. Que las personas ya no luchen por ganar grandes sumas de dinero, sino que se conformen con tener lo básico y se ayuden mutuamente. Que por fin se acabe la política de corrupción y las pasiones bajas en la burocracia. Que ya no sean necesarias las campañas políticas, porque la gente elige por unanimidad a un líder y no a un producto de supermercado…
Palabras de un campesino de la Sierra de Chiapas. Que ha leído "La tierra pródiga" de Agustín Yáñez.
Por: Manlio Moreno Rodríguez. Publicado en un blog que ya no existe en el año 2015.
Fotografía: David De la rosa for pixabay
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