10/06/2025
Lo que están haciendo los Venados de Yucatán ya era digno de admirarse. En medio de una industria corrompida por intereses, en un fútbol donde el mérito se ha vuelto irrelevante, los Venados apostaron por algo más profundo: su gente, su identidad y su derecho a soñar.
Pero hoy, esa lucha trasciende la cancha. Venados, junto con Leones Negros, Atlético La Paz, Morelia, Mineros y Cancún, siguen firmes en una batalla que va más allá de los goles: exigen el regreso del ascenso en el fútbol mexicano.
En conferencia de prensa, estos seis clubes alzaron la voz sin censura alguna.
Denunciaron cómo la Federación Mexicana de Fútbol —tras haber suspendido el ascenso en 2020— retiró el subsidio de 20 millones de pesos anuales a quienes decidieron llevar la demanda ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo). (O SEA POR QUÉ ESTÁN EN CONTRA)
Mientras algunos equipos se bajaron del barco, estos seis se mantuvieron firmes, sin ceder a chantajes ni presiones.
¿La razón? Porque cuando existía el ascenso, se ganaba algo más valioso que dinero: esperanza. El sueño legítimo de llegar a la cima por méritos propios. El fútbol auténtico. El que inspira.
Esta lucha no es por capricho. Los clubes exigen:
• El derecho al ascenso por mérito deportivo.
• Erradicar la multipropiedad.
• Descentralizar el poder de Mikel Arriola, quien hoy funge como Presidente de la Liga MX, comisionado de la FMF y también Presidente de la Liga de Expansión.
• Quitar el control absoluto que los clubes de Liga MX tienen sobre las decisiones que afectan a toda la estructura del fútbol nacional.
Por esto fueron al TAS. Porque el fútbol mexicano ya no puede seguir secuestrado. Porque no se puede hablar de competencia cuando la puerta al éxito está cerrada con candado.
Y sí, al alzar la voz, la respuesta fue represiva: la FMF les quitó el subsidio. Hoy muchos clubes de Liga de Expansión se enfrentan a un futuro incierto, con una afectación de más de 2 millones de pesos mensuales en sus operaciones. Pero aun así, estos seis no se rinden. Están peleando no solo por ellos, sino por todos los que creen en un fútbol justo.
Por eso, más que nunca, hay que apoyar a los Venados. Ir al estadio, comprar su camiseta, compartir su historia. Porque no solo están defendiendo sus colores… están defendiendo algo que nos pertenece a todos: la dignidad del deporte.
Este equipo no se vende. No se calla. No se dobla.
Se respeta. Y se sigue. Porque los Venados no caminan solos… caminan con todo Yucatán. Y hoy, también, por todo México.