Ofs-Srn Fray Odorico de Andrea

Ofs-Srn Fray Odorico de Andrea Los Franciscanos Seglares somos pueblo de Dios y pertenecemos a una Orden Religiosa creada hace 800 años por San Francisco de Asis.

❤ 18 de septiembre: San José de Cupertino…HOY ES FIESTA DE SAN JOSÉ DE CUPERTINO, PATRONO DE ESTUDIANTES CON PROBLEMAS“R...
18/09/2025

❤ 18 de septiembre:
San José de Cupertino…
HOY ES FIESTA DE SAN JOSÉ DE CUPERTINO, PATRONO DE ESTUDIANTES CON PROBLEMAS

“Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce.
Todo el que le pide, recibe”, afirmaba San José de Cupertino, el franciscano que no era bueno en los estudios, pero que llegó a ser el patrono de los estudiantes.

San José nació, en 1603, en el pueblo llamado Cupertino (Italia), en una familia muy pobre. Cuando tenía 17 años pidió ser admitido en la orden franciscana, pero lo rechazaron. Entonces solicitó ingresar a los capuchinos, donde entró como hermano lego.

Después de unos meses fue expulsado por ser muy distraído. Dejaba caer los platos que llevaba al comedor, se olvidaba los encargos asignados y parecía que siempre estaba pensando en otra cosa.

San José buscó refugio en la casa de un familiar rico, que también llegó a echarlo a la calle diciendo que el joven era un bueno para nada. Por eso su madre rogó a un pariente franciscano para que reciban al muchacho como mandadero en un convento.

Los frailes lo aceptaron como obrero, lo pusieron a trabajar en el establo y el joven empezó a desempeñarse con gran destreza en todos los oficios que le encomendaban.

Con su humildad, amabilidad, espíritu de penitencia y de oración, se fue ganando rápidamente el aprecio de los religiosos quienes, en 1625, por votación unánime, lo admitieron como uno de sus miembros.

Lo pusieron a estudiar para el sacerdocio, pero cuando tenía exámenes, San José se trababa y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y la única frase del Evangelio que el fraile sabía explicar era: “Bendito el fruto de tu vientre Jesús”.

El examinador dijo que abriría la Biblia y leería una frase al azar para escuchar la interpretación. José estaba asustadísimo y la providencia quiso que el pasaje escogido fuera el único que era capaz de explicar.

Además, en el examen definitivo para que las autoridades decidieran quiénes serían ordenados sacerdotes, el Obispo examinó a los diez primeros. Ellos respondieron tan maravillosamente que el Prelado no vio necesario seguir examinando a los demás. De esta manera San José, que era el siguiente en la lista, se libró de la prueba.

Por eso este Santo es considerado patrono de los estudiantes, especialmente de los que encuentran dificultades en los estudios como él.

Fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1628 y sabiendo que no tenía cualidades especiales para la predicación y la enseñanza, entonces se dedicó a ofrecer penitencias y oraciones por los pecadores.

Por su intercesión en vida, Dios obró muchos milagros y con ellos logró la conversión de muchos.

Partió a la Casa del Padre el 18 de septiembre de 1663. Fue beatificado en 1753, por Benedicto XIV, y canonizado en 1767, por Clemente XIII.

ACI Prensa.

QUINARIO SERÁFICOPARA EL DÍA 17 DE CADA MES.En el monte AlverniaLloraba la Pasión,Mi Padre San FranciscoCon mucha devoci...
17/09/2025

QUINARIO SERÁFICO
PARA EL DÍA 17 DE CADA MES.

En el monte Alvernia
Lloraba la Pasión,
Mi Padre San Francisco
Con mucha devoción.
Estando allá llorando
Con el mayor fervor
Se fue a él volando
El Gran Rey de Sion.
Enardecida su alma
Del fuego del amor,
Se transformó su cuerpo
En imagen del Señor.
Sus manos, pies, costado
Vivo manantial son,
Que derramando sangre
Infunden compasión.
Venid, cristianos todos
Mirad con atención
Al Padre San Francisco,
Llagado desde hoy.
Vos, Serafín llagado,
Dad vuestra bendición
A cuantos profesamos
Tu santa religión.

Puesto de rodillas, se persigna y hace el acto de contrición, y la siguiente:

Oración.

¡Dios de amor y de bondad, omnipotente y rico de misericordias, que bien te acreditas de Padre amante, pues no hay arbitrio de que no te valgas para despertar nuestra memoria, excitar nuestra correspondencia a tus finezas, y hacerte dueño de nuestros corazones!

Bajaste del cielo a sacarnos del cautiverio de Lucifer, a costa de tu sangre preciosa; toleraste ser despreciado, injuriado, herido, maltratado y clavado en la cruz; y para que no olvidemos tantas finezas, quisiste se quedasen estampadas en tu sagrado cuerpo las llagas de tus pies, manos y costado, para que siempre que viésemos tu imagen recordásemos cuanto te costó nuestra libertad.

¡Que ingratitud la de nuestro corazón, que insensibilidad tan grosera! Nada de esto ha bastado para hacernos más agradecidos; por eso te vales ahora de otro arbitrio, y ya que tus retratos inánimes e insensibles no nos mueven a la correspondencia, haces en tu siervo Francisco una copia tuya viva, animada y marcada con las cinco preciosas llagas de tu cuerpo sacrosanto; yo venero, Señor, en ellas el precio de nuestra Redención, y rendido ya al peso de la verdad, confieso mi olvido e ingratitud; y pues tú, Señor, quieres mi corazón, aquí lo tienes, imprime en él, esas llagas; nada para mi mas dulce, que estar llagado y herido de tu amor:

Y pues eres Dios de amor; no permitas que yo viva sino vida de amor; que no aliente, sino respiraciones de amor, en que cada instante me encienda más y más en tu amor santísimo. Amen.

Oración.

¡Seráfico Padre mío, Francisco, admiración del mundo, alegría de los bienaventurados y siervo fiel de Jesucristo; a que grado tan alto de gloria te habrá sublimado aquel Señor que tantos privilegios de gracia te franqueo en la tierra! ¡Cuán de cerca estarás participando de su vista, después de haberte acercado tanto a su imitación!

Lograste ser una viva copia de Jesucristo, desde que naciste en un humilde pesebre, hasta que moriste; y para que no te faltase la más preciosa circunstancia del retrato, estampo milagrosamente en tu cuerpo las cinco llagas del suyo Santísimo, quedando tú de ese modo: Imagen viva y animada de Jesús Crucificado.

¡Oh privilegio! ¡Oh ,prerrogativa no vista jamás en los siglos!

Yo te doy por ella los plácemes, y te pido las grabes en mi memoria para que no olvide tan amorosa fineza, en mi corazón, para que me compadezca del Señor, que tanto padeció por mí, y en mi agradecimiento para que me aliente a corresponder tamaño beneficio.

Si el favor que te hizo mi Jesús, imprimiendo sus preciosas Llagas en tu cuerpo; fue premio de tu amante y continúa meditación de sus tormentos y dolores, alcánzame de su Majestad la gracia de imitarte en esa ocupación y empleo.

Ruégale a tu crucificado Dueño, que mi memoria se ocupe de su pasión y muerte, mi entendimiento en considerar el costo que le tuvo mi alma, y mi voluntad y corazón en amar al que dio su vida por mí.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Por la Llaga del costado
Que imprimió en ti el Salvador,
Alcánzame, Padre amado,
Que se rompa de dolor,
Mi pecho de haber pecado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Por esa Llaga que ufano
Imprimió en tu diestro amor.
Ruégale al Juez Soberano
Que en el día del rigor;
Me ponga su diestra mano.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Por la Llaga que el Divino
Autor, en tu izquierda abrió.
Haz que siga mi destino,
Sin desviarme necio yo
Del verdadero camino.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Por la Llaga que en tu pie
Derecho se mira impresa,
Haz que siempre firme este
En obrar con fortaleza
Lo que me enseña la fe.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Por la Llaga
en tu pie izquierdo grabo,
Artífice noble y diestro,
Haz que libre viva yo
De todo caso siniestro.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

En pobreza y humildad,
Francisco a Dios imito,
Pues aunque rico nació
Se entregó a la caridad:

Y Dios, con suma bondad,
Siendo Francisco su encanto,
Quiso darle premio tanto,
Que imprimiéndole sus llagas,
Le dio del mundo las plagas
Para hacerlo grande santo:
Y la silla que en el cielo,
Dejo el soberbio Luzbel
Es trono que ocupa el,
Cual de humildes un modelo.

(Ob. Cit. " Devocionario y Cánticos Franciscanos"/Págs. 281 - 287/ Librería Franciscana Pedro Pla / Calzada de Guadalupe 732, Villa de Guadalupe, México, 14 D. F. /1953)

17/09/2025

Miércoles, 17 de septiembre

24ª semana del T. Ordinario
feria

Semana IV del salterio

Laudes
Si es la primera oración del día, se omite la siguiente Invocación y se comienza con el Invitatorio. Si no es la primera oración del día, se dice la Invocación y se continúa con el Himno.
Invocación inicial

Se hace la señal de la cruz mientras se dice:

℣. Dios mío, ven en mi auxilio.

℟. Señor, date prisa en socorrerme.

℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

℟. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Invitatorio

Se hace la señal de la cruz en la boca mientras se dice:

℣. Señor, ábreme los labios.

℟. Y mi boca proclamará tu alabanza.

Ant. Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría.

Sal 94

Sal 99

Sal 66

Sal 23
Salmo 99: Alegría de los que entran en el templo
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

Se repite la antífona
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Se repite la antífona
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:

Se repite la antífona
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»

Se repite la antífona
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría.

Himno

Himno

Himno latino
Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.

Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!

Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado mi Señor!

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!

Y por la hermana muerte: ¡loado mi Señor!
Ningún viviente escapa a su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!

¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.
Salmodia
Ant. 1. Dios mío, mi corazón está firme.

Salmo 107: Alabanza al Señor y petición de auxilio
Dios mío, mi corazón está firme,
para ti cantaré y tocaré, gloria mía.
Despertad, cítara y arpa,
despertaré a la aurora.

Te daré gracias ante los pueblos, Señor,
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.

Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria;
para que se salven tus predilectos,
que tu mano salvadora nos responda.

Dios habló en su santuario:
«Triunfante, ocuparé Siquén,
parcelaré el valle de Sucot;

mío es Galaad, mío Manasés,
Efraín es yelmo de mi cabeza,
Judá es mi cetro;

Moab, una jofaina para lavarme,
sobre Edom echo mi sandalia,
sobre Filistea canto victoria.»

Pero, ¿quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá a Edom,
si tú, oh Dios, nos has rechazado
y no sales ya con nuestras tropas?

Auxílianos contra el enemigo,
que la ayuda del hombre es inútil;
con Dios haremos proezas,
él pisoteará a nuestros enemigos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dios mío, mi corazón está firme.

Ant. 2. El Señor me ha vestido un traje de gala y de triunfo.

Isaías 61, 10-62, 5: Alegría del profeta ante la nueva Jerusalén
Desbordo de gozo con el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas.

Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos ante todos los pueblos.

Por amor de Sion no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.

Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo
pronunciado por la boca del Señor.

Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.

Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá marido.

Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor me ha vestido un traje de gala y de triunfo.

Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.

Salmo 145: Felicidad de los que esperan en Dios
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.

No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;

que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.

El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Alabaré al Señor mientras viva.

Lectura Breve
Dt 4, 39-40a
Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo.

Responsorio Breve
℣. Bendigo al Señor en todo momento.

℟. Bendigo al Señor en todo momento.

℣. Su alabanza está siempre en mi boca.

℟. En todo momento.

℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

℟. Bendigo al Señor en todo momento.

Tiempo de meditación
Se puede dedicar un tiempo de silencio para meditación individual.
Cántico Evangélico
Ant. Sirvamos con santidad al Señor, todos nuestros días.


Se hace la señal de la cruz mientras se proclama:

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos Profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sirvamos con santidad al Señor, todos nuestros días.

Preces
Cristo, reflejo de la gloria del Padre, nos ilumina con su palabra; acudamos, pues, a él diciendo:

Rey de la gloria, escúchanos.

- Te bendecimos, Señor, que iniciaste y completas nuestra fe, porque nos llamaste a salir de la tiniebla y a entrar en tu luz maravillosa.

- Tú que abriste los ojos de los ciegos y diste oído a los sordos, ayuda también nuestra falta de fe.

- Haz, Señor, que permanezcamos siempre en tu amor, y que este amor nos guarde fraternalmente unidos.

- Ayúdanos para que resistamos en la tentación, aguantemos en la tribulación y te demos gracias en la prosperidad.

Pueden añadirse intenciones particulares que concluyen con la respuesta propuesta más arriba

Padrenuestro
℣. Dejemos que el Espíritu de Dios, que ha sido derramado en nuestros corazones, se una a nuestro espíritu, para clamar:

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.

Oración
℣. Recuerda, Señor, tu santa alianza, consagrada con el nuevo sacramento de la sangre del Cordero, para que tu pueblo obtenga el perdón de sus pecados y un aumento constante de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

℟. Amén.


Se hace la señal de la cruz mientras se dice:

℣. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

℟. Amén

Estigmas de San FranciscoVigilia de OraciónEn el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Que la gracia, el amor ...
17/09/2025

Estigmas de San Francisco

Vigilia de Oración

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que la gracia, el amor y la misericordia de Dios, nuestro Padre, estén con todos ustedes. Y con tu espíritu.

Oramos: Señor Dios, Padre nuestro, bendito seas siempre y en todo lugar por el amor constante con el que envuelves nuestras vidas y sostienes la vida de toda la creación. Contemplamos tu amor y sabiduría en tu Hijo y hermano nuestro, Jesucristo, quien en su vida entre nosotros nos mostró sobre todo el misterio de la Cruz.

Al igual que San Francisco, te pedimos que nos ayudes a comprender plenamente el amor que Jesús nos reveló en la Cruz, y también te pedimos que cada uno de nosotros abrace su propia cruz y camine así tras tu amado Hijo. Te lo pedimos, confiando en Aquel que vive y reina eternamente en unión contigo y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

°°° 1 °°°

El acontecimiento de la impresión de los Sagrados Estigmas en el cuerpo de San Francisco nos causa asombro y nos invita a la reflexión. Sin duda, el misterio de la Cruz es un aspecto fundamental
de la experiencia de San Francisco. San Buenaventura, casi en diálogo con San Francisco, se dirige a él así: «La cruz de Cristo, que te fue ofrecida y que abrazaste inmediatamente al comienzo
de tu conversión (en alusión al encuentro con el Crucifijo de San Damián) y que, desde entonces
a lo largo de tu vida, haz llevado siempre dentro de ti...» (FF 1236). La impresión de los Estigmas
representa la plenitud, la señal del Dios vivo en el cuerpo de Francisco.

De la "Leyenda Menor" de San Buenaventura, Francisco, fiel siervo y ministro de Cristo, dos años antes de entregar su espíritu a Dios, se retiró a un lugar alto y solitario llamado Monte Verna para pasar allí la Cuaresma en honor a San Miguel Arcángel. Desde el principio, sintió la dulzura de contemplar las cosas divinas con mayor abundancia que de costumbre, e, inflamado aún más por los deseos celestiales, se sintió cada vez más favorecido por las inspiraciones de lo alto. Una mañana, cerca de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, mientras estaba reunido en oración en la cima del monte, mientras era transportado a Dios por ardores seráficos, vio la figura de un serafín descendiendo del cielo. Tenía seis alas resplandecientes y llameantes. Con un vuelo rápido, llegó y se detuvo, elevado sobre el suelo, cerca del hombre de Dios. Entonces apareció no solo alado, sino también crucificado. Ante esa visión, Francisco se llenó de asombro, y su alma se llenó de dolor y alegría. Sintió una alegría desbordante al ver a Cristo en un aspecto benigno, apareciéndose ante él de una manera admirable y afectuosa; pero al contemplarlo clavado en la cruz, su alma fue herida por una espada de dolor compasivo. Tras una conversación misteriosa e íntima, al desaparecer la visión, dejó un ardor seráfico en su alma y, al mismo tiempo, dejó en su carne las señales externas de la Pasión, como si se hubieran impreso sellos en su cuerpo, suavizados por la fuerza fundente del fuego.

Inmediatamente, las marcas de los clavos comenzaron a aparecer en sus manos y pies; en los huecos de las manos y en el empeine de los pies, aparecieron las cabezas de los clavos, y en el otro lado, las puntas. El lado derecho de su cuerpo, como atravesado por una lanza, estaba marcado por una cicatriz roja, que a menudo sangraba. Tras la aparición del nuevo hombre, Francisco, con los estigmas sagrados gracias a un milagro inusual y asombroso, descendió de la montaña. Un privilegio jamás concedido en siglos pasados, llevó consigo la imagen del Crucifijo, no tallada por un artista humano en piedra o madera, sino trazada en su carne por el dedo del Dios vivo.
En alabanza de Dios y de su siervo Francisco.

Tras un momento de silencio, oremos con las palabras de Juan Pablo II durante la peregrinación al Santuario de La Verna:

Oh San Francisco, estigmatizado de La Verna, el mundo te anhela como icono de Jesús crucificado.

Necesita tu corazón abierto a Dios y a la humanidad,
tus pies descalzos y heridos, tus manos traspasadas e implorantes.
Anhela tu voz, débil pero fuerte con el poder del Evangelio.

Ayuda a los hombres de hoy, Francisco, a reconocer el mal del pecado
y a buscar su purificación mediante la penitencia.
Ayúdalos a liberarse de las mismas estructuras de pecado que oprimen a la sociedad actual. Reaviva en la conciencia de los gobernantes la urgente necesidad de paz en las naciones y entre los pueblos.
Infunde en los jóvenes tu frescura de vida,
capaz de contrarrestar las trampas de las múltiples culturas de la muerte.
A los ofendidos por cualquier mal,
comunícales, Francisco, tu alegría de saber perdonar.
A todos los crucificados por el sufrimiento, el hambre y la guerra,
reabre las puertas de la esperanza. Amén.

°°° 2 °°°

¿Cuál es el significado de la Cruz, que quedó tan profundamente impresa en la vida de San Francisco que se convirtió en un sello visible incluso en su cuerpo? San Buenaventura escribe: «Francisco, ahora clavado en carne y espíritu con Cristo en la Cruz, no solo ardía de amor seráfico por Dios, sino que también sentía la sed misma de Cristo crucificado por la salvación de la humanidad» (FF, 1237). Por lo tanto, San Francisco comprendió que la Cruz de Cristo manifestaba dos grandes amores: el amor al Padre y el amor a sus hermanos. Jesús mismo nos habla del significado de la Cruz. En primer lugar, en la Cruz, Jesús ve la voluntad del Padre y la expresa en Getsemaní: «¡Abba! ¡Padre! Todo es posible para ti; aparta de mí este cáliz; pero no lo que yo quiero, sino lo que quieres tú» (Mc 14,36). Había hablado de ello con Nicodemo:

Del Evangelio según Juan (Job 3:14-16)
Jesús le dijo a Nicodemo: Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él
no perezca, sino que tenga vida eterna.
Palabra del Señor.

También en la Primera Carta de Juan: «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados» (1 Juan 4:10). La cruz, por tanto, es hacer la voluntad del Padre, encomendar la vida enteramente al Padre. Al mismo tiempo, la Cruz manifiesta el amor de Cristo por la humanidad, y en el amor de Cristo se revela el amor del Padre: «Nadie tiene amor más grande que este: dar la vida por sus amigos» (Jn 15,13). La Cruz es el árbol de la vida, la manifestación suprema del amor del Padre y de Jesucristo. La Cruz de Jesús se exhibe en todas partes donde viven los cristianos, precisamente para que el recordatorio del amor de Dios en Jesucristo esté siempre ante sus ojos.

Reflexionen en silencio.

Finalmente, oren con las palabras de San Francisco: «Te adoramos, Señor Jesucristo, aquí y en todas las iglesias del mundo, y te bendecimos porque por tu santa Cruz redimiste al mundo».

°°° 3 °°°

La Cruz, como todo lo que Jesucristo experimentó, también concierne a nuestras vidas. La experiencia cotidiana del sufrimiento físico y moral, la experiencia de inadecuación que nos entristece e insatisface, la experiencia de la incomprensión que nos hiere, la imposibilidad de vivir como quisiéramos, el sufrimiento de la injusticia, la traición y tantas otras situaciones que nos dificultan la vida, el increíble sufrimiento de la humanidad entera que se refleja en nosotros... todo esto forma nuestra cruz. Cada uno tiene su propia cruz o cruces, que son nuestra realidad, el peso de nuestras vidas. Jesús se refiere a esta realidad mientras él y sus discípulos viajan a Cesarea de Filipo. En el camino, Pedro hace una profesión de fe y luego escucha el anuncio de la Pasión y la Cruz, que Pedro no puede comprender ni aceptar, lo que le valió una solemne reprimenda de Jesús. Entonces se detienen, y el discurso gira en torno a nuestra participación en la Cruz.

Del Evangelio según San Marcos (Marcos 8,34-38)
Llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien la pierda por mí y por el Evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Qué puede dar a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también se avergonzará de él el Hijo del Hombre cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles».
Palabra del Señor

San Francisco recibió en su cuerpo los estigmas de la pasión de Jesús. Estamos invitados a seguir a Jesús abrazando nuestra cruz, soportando el sufrimiento y el peso de nuestras vidas con la certeza de que Dios es nuestro Padre y que los acontecimientos que Él nos da para vivir son buenos para nosotros, la voluntad de un Padre que siempre da cosas buenas a sus hijos, que incluso en medio del dolor sabe generar vida. Por eso, Jesús nos invita a seguirlo, soportando el peso de la vida con confianza en el Padre, como lo hizo incluso en Getsemaní cuando oró: «Padre, si es posible, ¡que pase de mí este cáliz!» e inmediatamente después: «Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».

En un momento determinado de la celebración del Viernes Santo, la Cruz se lleva a la asamblea, anunciada con el canto: «¡La Cruz de Cristo!» y todos la adoran y la besan en silencio. Es el gesto que debe acompañarnos cada día de nuestra vida.

En silencio, adoremos y besemos el Crucifijo.

¡Juntos, oremos con las palabras del Padrenuestro!

Que Jesús Crucificado nos bendiga, nos conceda mantener la mirada fija en Él y, en Él, descubrir siempre de nuevo el amor que el Padre nos tiene. Que Jesús Crucificado abra nuestros corazones para comprender cómo dio su vida para que el hombre nuevo floreciera en nosotros. Que Jesús Crucificado despierte nuestro ser para acoger la obra del Espíritu Santo en nosotros. Amén.

¡Paz y Bien!

⊱✿◕ Devoto Quinario en Veneración y Culto de las Llagas del Serafín Humanado, el glorioso Patriarca San Francisco de Así...
16/09/2025

⊱✿◕ Devoto Quinario en Veneración y Culto de las Llagas del Serafín Humanado, el glorioso Patriarca San Francisco de Asís ◕✿

Huyendo el Seráfico Padre de los aplausos de Cortina se retiró al Monte Alvernia a ayunar la cuaresma del Arcángel San Miguel, con el designio de entregarse a la soledad, y al ayuno por espacio de cuarenta días desde la Asunción de la Santísima Virgen hasta el último de septiembre. Hallábase un día en lo más fervoroso de su oración, y se sintió movido de una fuerte inspiración para abrir el libro de los Santos Evangelios persuadido a que había de encontrar en él lo que Dios quería que hiciese. Llamo a Fray León su compañero, y mandole que por tres veces abriese el misal en nombre del inefable Misterio de la Santísima Trinidad, y habiéndolo ejecutado así en todas tres salió la pasión de Nuestro Señor Jesucristo; por donde entendió que lo que Dios quería de él era, que cada día se hiciese más semejante a Cristo Crucificado, aumentando los rigores, y asperezas de la mortificación y penitencia.

• Oración

Señor mío Jesucristo, que por la abundancia de tus piedades concediste al Seráfico Padre San Francisco el amor a la soledad, y a la mortificación y penitencia, para que fuese copia que no desmintiese del original; suplicoos por la intercesión de este gran Santo, que yo a imitación suya me separe del mundo, y de sus máximas corrompidas, y que indagando tu Santísima voluntad para cumplirla con fidelidad, haga penitencia para satisfacer por mis culpas, y merecer por ella reinar con voz por los siglos de los siglos. - Amén.

Aquí se rezan cinco Padre Nuestro, Avemaría y Gloria, en honor de las cinco llagas del Serafico Patriarca y luego para estimular la devoción de los fieles se refiere lo siguente:

• Ejemplo

En el valle de Rieti corría un pestilente contagio de que morían los ganados. Era esta fatalidad muy sensible por la pérdida de las haciendas, y por el recelo que se tenía de que infeccionado el aire con tanta mortandad de brutos animales, pasase el contagio a los racionales, revelole Dios a un siervo suyo, que pedía a su majestad por el bien público, que sería remedio de tanto mal, ir al Convento donde moraba Fray Francisco, y valerse del agua con que se lavaba las manos y los pies, y con ella rociar a los animales. Practicose cautelosamente la diligencia de adquirir el agua con que se lavaba las manos y los pies, y con ella rociaron a los animales y reses moribundas, que estaban tendidas en los campos y al punto se levantaron sanas y briosas, y corrieron a los pastos.

• Gozos

Eres diseño amoroso
De Cristo Crucificado:
Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

1.- Alvernia monte dichoso
Por haber visto en Francisco
Que de las Llagas de Cristo
Se hizo su inefable gozo:
Por este título honroso
Exclamo todo humillado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

2.- De Alvernia la soledad
La atención te arrebato
Al ayuno transporto
Toda tu frugalidad:
Con tal pena riguroso
Al mundo dejas postrado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

3.- Deseaba con raro esmero
De Cristo solicitar
En qué pasos agradar
A su amante verdadero:
Mas como fino y ansioso,
Se le fue dado el deseado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

4.- El Misal mandaste abrir
Por tres veces repetidas
Y en otras tantas salidas
La Pasión es tu sentir:
Con esta suerte gozosa
Te miraste transformado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

5.- De Cristo eran sus dolores
Saetas que a tu corazón
Amante la compasión
Albergaba en sus amores:
Por adquirir presuroso
Este paso regalado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

6.- La exaltación de la Cruz
Fue para ti día dichoso
Porque visteis amoroso
Al que se llama Jesús:
Con un vuelo presuroso
Vino a ti todo abrazado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

7.- En forma de Serafín
Cristo se te apareció
Con seis alas descubrió
De tu cuerpo el alto fin:
Advertiste doloroso
Que venía crucificado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

8.- Con una celestial luz
Que te dio aquella visión,
Penetro tu devoción
El misterio de la Cruz;
Con tal hallazgo dichoso,
Encontraste el principado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

9.- De Cristo la redención,
Sus Llagas fueron señales,
Y en su voz fueron singulares
Las miras de este blasón:
Redimido muy honroso,
Te miras siempre el costado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

10.- Con el dedo de Dios vivo
En tu carne delineada,
La imagen Crucificada
Se representa a lo vivo:
Brilla en tu cuerpo famoso
La forma de un Dios Llagado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

11.- Cristo amoroso en la Cruz
Ostenta con raro esmero
Que Francisco sea el primero
En apacentar su luz:
En este empeño glorioso
Lo quiere todo ocupado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

12.- Por tu humildad encubiertos
De tus Llagas los favores
Quiere Dios que sean sus lores,
A todos bien manifiestos:
Y pues todo el mundo ansioso,
Os mira como enclavado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

13.- En Cristo sus Llagas fueron
Causadas por el rigor,
Más en ti, tú mismo amor,
Tales finezas hicieron:
Por esto lleno de gozo
Vengo a ti todo confiado.

Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

Eres diseño amoroso
De Cristo Crucificado:
Hazme contigo a tu lado
Como amante venturoso.

V/. Señalaste Señor a tu siervo Francisco.
R/. Con las señales de nuestra Redención.

• Oración

Señor mío Jesucristo, que deseando abrazar nuestros corazones en el fuego de vuestro amor, cuando el mundo estaba resfriado en él, renovasteis en la carne del bienaventurado Francisco las Llagas de vuestra Pasión; concédenos propicio por sus merecimientos y por su intercesión la gracia de que llevemos incesantemente la Cruz, y de que hagamos frutos dignos de penitencia. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

¡Paz y Bien!

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