10/02/2025
En 1 Reyes 19, encontramos a Elías, un profeta poderoso que había visto la gloria de Dios en el monte Carmelo, pero que, tras la amenaza de Jezabel, cayó en una profunda depresión. Huyó, se aisló y deseó la muerte. Sin embargo, Dios no lo reprendió con dureza ni lo abandonó. En cambio, le dio descanso, alimento y, sobre todo, Su presencia.
Dios le mostró que no siempre actúa en el fuego o en el terremoto, sino en el susurro apacible. Le recordó que no estaba solo y que aún tenía propósito. Si hoy te sientes como Elías, agotado y sin fuerzas, recuerda que Dios no te ha abandonado. Él te da descanso, te sostiene y te recuerda que tu vida tiene propósito. A veces, no lo verás en lo espectacular, sino en Su suave voz que te dice: "No temas, Yo estoy contigo". No te aísles, busca Su presencia, confía en Su cuidado y sigue adelante, porque Él aún tiene planes para ti.