16/10/2025
La voz que no se apaga 🇵🇪
Desde su balcón, flameando la bandera como un corazón que no se rinde, gritó:
"Porque la voz del pueblo es la voz de Dios. Y va a caer, y va a caer… el Congreso va a caer."
Sus ojos guardan décadas de lucha, de resistencia silenciosa, de heridas que nunca cerraron. Sus manos tiemblan, pero no ceden. Su voz, firme y quebrada a la vez, atraviesa la noche y prende una chispa en la juventud que marcha, que no se resigna, que grita por un país que aún no nace.
Cada palabra es un faro que nos obliga a despertar, que nos recuerda que la resignación es un lujo que no podemos permitirnos. Que las calles nos llaman y que la justicia no se implora, se toma. Que la paz, la libertad y la seguridad no son favores, son derechos que debemos reclamar con cada paso, con cada grito, con cada acción.
Desde el balcón flamea la bandera, viejo corazón que aún late por justicia y memoria. Sus gritos son truenos que sacuden a los dormidos, sus ojos espejos de lo que hemos perdido y lo que aún podemos recuperar.
Se siente en la piel la nostalgia de un país que no vimos, y la rabia de uno que nos duele en cada esquina, en cada madre que llora, en cada joven que cae bajo la injusticia.
La juventud lo escucha y lo lleva en el pecho; cada paso de la marcha vibra con su voz:
"La voz del pueblo es la voz de Dios."
Hay un fuego que no se extingue, un grito que corta la noche y calienta el alma:
va a caer… y va a caer el Congreso. Con él caerá la resignación, caerá el miedo, y nacerá un país donde la paz abrace a los barrios, la libertad recorra cada calle y la seguridad vuelva a las mesas de todos.
Que sus ojos lo vean, que nuestros pasos lo alcancen, porque este grito no se apaga.
Porque este Perú aún está por despertar. 😢🇵🇪