17/07/2025
✍🏻 | Juegos Deportivos Escolares: Forjando Valores y Desafiando la Cultura Ciudadana.
En estos días, el Perú se llena de vida con los Juegos Deportivos Escolares, y Cutervo se suma con entusiasmo a esta celebración. Las canchas, los campos deportivos y las tribunas de la provincia vibran con la energía de estudiantes que dan lo mejor de sí, el apoyo incondicional de los padres y el compromiso incansable de los docentes. Esta fiesta del deporte escolar no es solo una competencia; es un reflejo vibrante de lo que la educación integral debe ser: una oportunidad para formar no solo la mente, sino también el cuerpo, el espíritu y el carácter.
Los Juegos Deportivos Escolares trascienden los resultados, los puntajes y las medallas. Cada partido de fútbol, cada encuentro de vóley, cada carrera de atletismo o partida de ajedrez es una lección viviente. En la cancha, los estudiantes aprenden a trabajar en equipo, a respetar al adversario, a perseverar ante los retos y a aceptar con humildad tanto la victoria como la derrota. Estos valores, que no siempre se encuentran en los libros, son los cimientos de una generación capaz de enfrentar los desafíos de la vida con integridad y resiliencia.
Sin embargo, en medio de esta celebración, emerge un desafío que no podemos ignorar: la falta de una cultura ciudadana sólida. Es desalentador observar cómo, tras la euforia de las competencias, los espacios públicos —parques, estadios, losas deportivas— quedan cubiertos de basura. Botellas plásticas, envoltorios, restos de comida y otros desechos se acumulan, a menudo a pocos pasos de un tacho de basura. Este no es solo un problema de limpieza, sino un síntoma de una carencia más profunda: la ausencia de un sentido de responsabilidad compartida por el entorno.
La formación integral que promovemos en los Juegos Deportivos Escolares debe ir más allá del ámbito deportivo. No basta con formar atletas talentosos si no cultivamos ciudadanos conscientes y comprometidos con su comunidad. La educación debe integrar la conciencia ambiental como un pilar fundamental, enseñando a los estudiantes a valorar y proteger los espacios que todos compartimos. Esto implica un esfuerzo conjunto: las escuelas deben liderar con campañas educativas, actividades prácticas y rutinas que refuercen el respeto por el medioambiente; los docentes deben inspirar con su ejemplo; y los padres, como primeros modelos a seguir, deben inculcar en casa el valor del cuidado del entorno.
Además, es crucial reflexionar sobre el impacto a largo plazo de estas prácticas. Los desechos abandonados no solo afean nuestros espacios, sino que también afectan la salud pública, contaminan el suelo y el agua, y comprometen la calidad de vida de las generaciones futuras. En un contexto donde el cambio climático y la degradación ambiental son preocupaciones globales, la educación escolar debe asumir un rol protagónico en la formación de ciudadanos que actúen como agentes de cambio.
Los Juegos Deportivos Escolares son una oportunidad única para sembrar estos valores. Podemos aprovechar la emoción de las competencias para organizar actividades paralelas que promuevan la limpieza, el reciclaje y el uso responsable de los recursos. Por ejemplo, jornadas de limpieza post-evento lideradas por estudiantes, talleres sobre sostenibilidad o reconocimientos a los equipos que demuestren mayor compromiso ambiental podrían ser iniciativas transformadoras. Estas acciones no solo embellecerían los espacios, sino que también reforzarían el mensaje de que el deporte y la ciudadanía van de la mano.
En Cutervo, como en todo el Perú, los Juegos Deportivos Escolares deben ser más que una celebración del talento físico. Deben ser un vehículo para construir una sociedad más consciente, solidaria y respetuosa. Que las medallas y trofeos de este año no solo premien el esfuerzo en la cancha, sino también el compromiso con un entorno limpio y una comunidad unida. Porque el verdadero triunfo no está solo en ganar un partido, sino en formar personas íntegras que dejen una huella positiva en el mundo.
Desde la cancha hasta la conciencia, el reto está claro: forjar no solo campeones, sino ciudadanos ejemplares. Solo así, con valores sólidos y un compromiso colectivo, ganaremos todos.
Por: José Matta Guerrero