21/10/2025
👉👉 Niñas que sueñan con fugarse de casa. Que dicen “ya estoy harta de mis papás”. Que piensan que con el novio todo será felicidad. Pero… ¿de verdad saben lo que eso significa? Mientras te quejas de que te regañan, tus papás están pagando todo lo que tú no ves: la renta, la luz, el agua, la comida, tu celular, tu ropa, tus gustos.
El día que te fugas, todo eso se convierte en una montaña de cuentas que nadie va a pagar por ti. Haz cuentas: una renta mínima cuesta entre 1,500 y 3,000 al mes. La luz,. El agua. El gas, Internet y cable Y la comida, aunque cocines, buena cantidad diario para dos personas.
Y si te embarazas… súmale leche de fórmula al mes; pañales, más el saldo del celular, transporte y los abonos del refri, la estufa, la cama. Solo lo básico mientras tú trabajas o pides prestado, él —el “amor de tu vida”— sigue juntando para sus vicios.
¿Y quién crees que va a terminar pagando? Tú. Porque cuando se acaba la ilusión, lo único que queda son los recibos, la deuda y un bebé que no pidió venir al mundo. El verdadero amor no se demuestra fugándote. Se demuestra construyendo, aprendiendo, preparándote. Porque el amor sin responsabilidad se convierte en castigo.
Así que antes de soñar con fugarte, mírate al espejo y pregúntate: ¿quieres ser independiente de verdad… o terminar siendo mamá de tu novio? Dios quiere verte crecer, estudiar, triunfar. No verte hundida en deudas, lágrimas y cuentas que pudieron evitarse.
Hazle llegar esta historia a quien necesite abrir los ojos. Porque a veces, el “vivieron felices para siempre”… termina con un “mejor hubiera esperado”.