20/05/2025
Nadie se baña dos veces en el mismo río, porque cuando vuelves, agua nueva a llegado. Así mismo, con las personas, nadie se encuentra dos veces a la misma persona porque, gracias al tiempo que todo erosiona y a las experiencias vividas, cuando se vuelven a ver, tanto tú como el otro, son personas distintas. Muchas veces al lugar que has sido feliz, no puedes volver, porque, como dicen por ahí, el tiempo hizo sus destrozos. Así que, en ese sentido, lo que extrañas ya no existe. A veces las circunstancias son más aplastantes que nuestra fuerza de voluntad, lo que nos puede llevar a perder a amigos, a parejas, o familiares en el camino de nuestra vida. Pero en lugar de lamentarnos por las personas que hemos perdido en el camino, quizás sea mejor alegrarnos y agradecer por haber tenido la dicha de haber coincidido con ellas.
Matthew Desiato