
02/11/2023
El uso indebido de poder por parte de médicos del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN)
En el corazón de Lima, en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), se desvela el mal accionar de un número determinado de médicos que está afectando directamente a los pacientes más vulnerables. Las alegaciones referente a los doctores Ernesto Ramirez y Carmen Ruiz, que aprovechan indebidamente descansos remunerados sin verificar su especialidad han generado largas colas y retrasos en la atención médica. Estas acusaciones son el eco de un problema más profundo, que plantea preguntas sobre quiénes son responsables de permitir que esto suceda y si existe un vacío legal que ampara estas prácticas.
En esta investigación exploraremos los hechos detrás de estas acusaciones y buscaremos respuestas a preguntas críticas. ¿Cómo se dio acceso a los descansos médicos?. ¿Cuál es el impacto real de estos descansos indebidos en la atención y el tiempo de espera de los pacientes? y ¿qué medidas de control y supervisión se están aplicando en el INSN?
El informe de la Contraloría General de la República, testimonios de pacientes como Paola Mujica y las voces de profesionales de la salud, como la Dra. Carmen Rosa Ruiz y el Dr. Ernesto Ramírez Rodríguez, aclaran datos sobre este asunto crítico. La prioridad debe ser garantizar una atención médica de calidad para los pacientes más jóvenes y esta investigación nos ayudará a entender la magnitud de los desafíos que el INSN enfrenta.
El último Informe de Control Específico realizado por la Contraloría General de la República dio a conocer la travesía que los padres de familia experimentan al intentar obtener una cita médica en el INSN. Y es que, en promedio, el tiempo de espera para ser atendidos en Medicina General es de 2277 días, afectando el correcto y oportuno cuidado a la salud de los pacientes. Es por ello que se investigó la causa de dicha demora, dándose a conocer que un total de 34 doctores, entre ellos 27 anestesiólogos y 7 médicos especializados en cirugía general, habrían tomado descansos remunerados no correspondientes a su rubro.
El informe muestra como los jefes del Departamento de Investigación Docencia y Atención en Centro Quirúrgico y Anestesiología (DIDA) Carmen Rosa Ruíz Vega y Julio Cesar Ortega Hernani son los encargados de suscribir la programación de dichos descansos irregulares.
Gráfico extraído del Informe realizado por la Contraloría
La anestesióloga Carmen Ruiz quien obtuvo 30 días de descanso adicional que equivalen a S/6.476 declaró para el diario en línea Infobae que ‘aquí nadie ha robado nada, nadie ha estafado, ni somos políticos. Somos médicos que salvamos vidas’. Y es que existiría un vacío legal del cual se acogen para dicha solicitud. La ley 30646 regula el descanso físico adicional del personal de la salud por exposición a radiaciones ionizantes o sustancias radiactivas, permitiendo así que los doctores se excusen haciendo alusión a que fueron expuestos a dicha radiación.
El anestesiólogo Ernesto Ramírez también intentó explicar el motivo de los descansos adicionales, en su defensa declaro “Como me asiste un derecho a ese descanso como médico tengo que solicitarlo para de alguna forma regenerar mis células porque sé que a la larga voy a tener cáncer”. Tuvo 40 horas de licencia por radiación equivalente a S/8.588, pese a que no cuenta con la especialidad de Radiología.
Se le consultó al experto en salud pública y cuidados intensivos Jhon Cruzado si es posible que un médico de cirugía general o de anestesiología trabaje en área de radiación, “son especialidades donde no se manejan sustancias o elementos radiactivos, solamente radiología y en medicina nuclear” afirmó.
Marlene Villafuerte, especialista en Diseño curricular, Licenciamiento y Acreditación nacional e internacional, ha proporcionado un testimonio relevante sobre la situación de los médicos en los hospitales estatales. Según ella, los médicos nombrados disfrutan de “beneficios increíbles”, pero algunos de ellos abusan de su posición. No cumplen con sus horas de atención médica, maltratan a pacientes y al personal operativo, y reciben doble bonificación por horas extras en diciembre, independientemente de si realmente trabajaron horas adicionales. Además, constantemente se quejan de sus salarios.
Por otro lado, Diana Benites Maldonado, una madre de familia, también ha compartido su experiencia. Ella expresó su desagrado ante la atención en el hospital. Según Diana, si no es un caso de emergencia, la demora es excesiva y las colas se vuelven largas. Las enfermeras y auxiliares no pueden abastecer la demanda adecuadamente. Además, mencionó que se les pidió comprar materiales o medicamentos por separado para el procedimiento médico de su hija, lo que causó demoras e incomodidad. Estos testimonios ilustran cómo las deficiencias en el sistema de salud afectan tanto a los profesionales médicos como a los pacientes y sus familias. Es fundamental abordar estas cuestiones para mejorar la calidad de la atención médica y garantizar una experiencia más positiva para todos.
La crítica situación en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) exige una respuesta contundente. Es imperativo que el INSN reevalúe y reforme sus políticas y procedimientos internos para asegurar que se verifique escrupulosamente la especialidad de los médicos que solicitan descansos remunerados, garantizando que estos no interfieran con la atención de los pacientes. A su vez, es fundamental abordar cualquier vacío legal que haya permitido que esta situación se perpetúe. La atención de los pacientes y la calidad de la atención médica deben estar en el centro de cualquier acción tomada. Para restaurar la confianza en el sistema de salud y mantener la integridad del hospital, se deben tomar medidas disciplinarias contra los médicos involucrados en este abuso de poder. La atención médica es un servicio vital y su calidad no puede verse comprometida por el comportamiento inapropiado de unos pocos profesionales. La rendición de cuentas es esencial para garantizar que los pacientes reciban la atención que merecen para que la confianza en el sistema de salud se mantenga intacta.