14/11/2023
La problemática de salud de los pueblos indígenas es una responsabilidad que debe ser
asumida, por parte del Estado, como política acorde con lo explicitado en los Lineamientos
de Política Sectorial 2002 – 2012, que a la vez se corresponde con el contenido de
documentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
La creación de la Estrategia Sanitaria Nacional Salud de los Pueblos Indígenas mediante
Resolución Ministerial 771-2004/MINSA es un componente importante de la respuesta que
el Estado propone en el nuevo contexto reivindicativo del movimiento indígena y
campesino en las últimas décadas, para disminuir las brechas sanitarias desfavorables
para estos pueblos en el marco de la lucha contra la inequidad, pobreza y exclusión,
determinantes importantes de la salud.
La Estrategia Sanitaria busca la implementación de servicios de salud con pertinencia
intercultural, que no solo permita un mayor acceso de los miembros de pueblos originarios
al sistema prestacional, contribuyendo a disminuir las brechas sanitarias existentes, sino
también un avance cualitativo en la interacción de proveedores de servicios y los usuarios
de diversas culturas, y de sus sistemas de salud. Así, la interculturalidad, base en la que
debe sustentar la armoniosa articulación de los sistemas de salud –tradicional y oficial constituye un elemento fundamental de las intervenciones de salud, en un mundo en el
que el proceso de globalización y de modernización ha contribuido a visibilizar las
diferencias y complejizar las interacciones.
La Estrategia Sanitaria tiene como población objetivo de sus intervenciones el recurso
humano de salud de los diversos niveles que debe optar por una mirada y actitud
diferente y de respeto a las diferencias cuando se trata de decidir o aborda a los sujetos
de derecho de las intervenciones: los usuarios y usuarias pertenecientes a otra cultura.
Las instancias locales y regionales, en el contexto de la descentralización, se convierten
en actores claves de las decisiones e implementación de acciones que beneficien a los
pueblos originarios de la amazonía y el ande, generando mecanismos de inclusión
participativa. Al CENSI y Direcciones nacionales del MINSA les corresponde la asistencia
técnica que acompañe el proceso en el marco del respecto de las diferencias.
Los primeros años de implementación de la Estrategia han permitido verificar que la
interculturalidad trasciende el ámbito rural y obliga a proponer estrategias para el ámbito
urbano; así también, los diversos niveles de relacionamiento de los pueblos originarios con
el resto de la sociedad obliga a abordajes cualitativamente de avanzada e
interdisciplinarios, que respeten la diferencia y que sean acordados con los representantes
de estos pueblos. Diversas instituciones públicas y privadas, además del MINSA, han
desarrollado intervenciones referidas a la salud de los pueblos indígenas, y la Estrategia
Sanitaria Salud de los Pueblos Indígenas debe aprovechar este camino recorrido como
insumo que permita proponer políticas de salud a favor de estos pueblos.
como problemática tenemos el embarazo no deseado, la desnutrición y las infecciones de transmisión sexual